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spanish.china.org.cn | 16. 04. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

La batalla contra la COVID-19 no es un juego entre países vencedores y vencidos

Palabras clave: COVID-19, Occidente

Trabajadores médicos reciben pacientes en un área especial de tratamiento contra el coronavirus en el Centro Médico Maimonides el 7 de abril en el barrio Borough Park del distrito de Brooklyn de la ciudad de Nueva York.


The New York Times en chino publicó un artículo titulado "¿Qué pasa si Occidente pierde en esta epidemia?" El autor, Deng Yuwen, analiza en el artículo un escenario en el que el sistema occidental pierde frente al sistema chino enfrentados a una emergencia de salud pública global.

No es un secreto que muchos en occidente tienen una mentalidad similar a la del autor. Todavía viven en un mundo de héroes y villanos, ganadores y perdedores. Incluso en medio de la batalla contra la pandemia de COVID-19, el enemigo común de la humanidad, todavía están discutiendo qué país perderá y cuál ganará. En occidente la idea de dejar de dividirnos por nuestros sistemas políticos ante la emergencia global resulta impensable para muchos.

Sin embargo, estas personas deben entender que no importa qué tipo de sistema político adopte un país, lo más importante es aprovechar al máximo su propio sistema cuando se enfrenta a la epidemia. Esto, por supuesto, incluye aprender de los métodos efectivos de prevención y control de otros países y superar conjuntamente las dificultades. Por lo tanto, no se trata de qué país gana la competencia final, sino de la convivencia, el desarrollo común y la victoria común sobre el enemigo de todos los seres humanos.

De hecho, reconocemos que diferentes sistemas políticos tienen diferentes formas de lidiar con la epidemia de COVID-19. Esperamos que todos los países puedan encontrar la mejor manera de proteger la vida de las personas al máximo. El éxito relativo atribuido a China es haber salvaguardado más vidas que algunos países occidentales.

Sin embargo, esto no significa necesariamente que el sistema que ha protegido más vidas se convierta en una opción global. China entiende que la elección de un sistema político está en gran medida relacionada con la historia y la cultura de un país. Como cada país, cada cultura y cada historia es diferente, China no ha promovido ni promoverá su sistema político en el mundo y mucho menos en tiempos de emergencia.

Las preocupaciones de Occidente reflejan su rechazo al sistema político chino. Algunos en Occidente todavía creen que su sistema es supremo y universal, y siempre temen que otros países aprendan de la exitosa experiencia de China. Es esta mentalidad la que les ha impedido aprender una experiencia efectiva de la prevención y el control de la epidemia en China.

Esperamos que, independientemente de las medidas antidepidémicas, siempre que sean efectivas, puedan convertirse en una experiencia de éxito común para la humanidad.

Como dijo el renombrado científico en temas respiratorios chino Zhong Nanshan, el miércoles durante su conversación con 19 extranjeros que trabajan y estudian en Guangzhou, "¡Un único mundo, una única batalla!" Las ideologías tienen fronteras, pero el virus no conoce fronteras ni ideología. Esta es exactamente la razón por la que deberíamos cooperar para hacer frente a la temible pandemia.

Quizás la mayor lección que deberíamos aprender de la pandemia de COVID-19 es que los países con diferentes sistemas políticos e ideologías deberían unirse para enfrentar a nuestro enemigo común. Aprender a coexistir puede ser el objetivo del desarrollo humano en el futuro, así como la solución a los problemas globales.


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