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spanish.china.org.cn | 08. 04. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Wuhan ofrece un atisbo de esperanza a Milán y Nueva York

Palabras clave: Wuhan, Milán, Nueva York, epicentro

La fotografía aérea tomada el 4 de abril de 2020 muestra el resplandor de un atardecer en Wuhan, en la provincia central china de Hubei.


Después de 76 días en estricto bloqueo, Wuhan, en la provincia de Hubei, en el centro de China, la primera en soportar lo que se ha convertido en una pandemia, volvió a abrir sus puertas al mundo exterior el miércoles por la mañana.

Si bien queda mucho trabajo por hacer para reiniciar la economía y evitar un resurgimiento del coronavirus, su reapertura ofrece un bien desesperadamente requerido por cientos de millones de personas en el mundo que aún atraviesan tiempos surrealistas como los de Wuhan: esperanza.

Particularmente, para ciudades importantes como Milán en Italia y Nueva York en Estados Unidos, sumidas en intensas batallas contra la enfermedad, Wuhan demostró que este enemigo invisible, aunque extremadamente peligroso y duro, puede ser derrotado y que existe una luz brillante al final del túnel.

Con el número de nuevos casos confirmados a cero, los funcionarios de la urbe de aproximadamente 11 millones de residentes levantaron la orden de cierre establecida el 23 de enero, justo un día antes de las vacaciones más importantes en China: el Año Nuevo chino. Si bien esto está lejos de ser una victoria dados los persistentes riesgos y desafíos que se avecinan, lo sucedido hoy marca un paso gigante no solo para Wuhan sino para todo el mundo desde el brote.

Es un momento en que sus habitantes pueden decir en voz alta: "¡Estamos de vuelta!". Es un momento que muestra a todos que podemos vencer a este enemigo común, aunque a un costo enorme.

Para Wuhan, esto significa que sus residentes pueden salir de la ciudad y otros son bienvenidos a visitarla. Significa que uno de los centros de transporte más grandes del país abre nuevamente sus puertas a los negocios. Significa que millones de empresas, pequeñas y grandes, proveedores de servicios y fabricantes, pueden acelerar el ritmo de sus operaciones. Significa que Wuhan finalmente transita por la vía rápida hacia una recuperación completa.

En muchos sentidos, Wuhan es similar a Milán y Nueva York. En términos de población, no está tan lejos de los 10 millones de la urbe italiana y de los casi 8,6 millones de Nueva York. Las tres metrópolis son cruciales para las economías de sus respectivos países: Wuhan es un importante centro de transporte y manufactura para China, Milán representa casi la mitad de la producción económica de Italia y Nueva York es la capital financiera no solo de Estados Unidos sino del mundo.

Lo que también tienen en común, desafortunadamente, es que se han convertido en epicentros del brote de coronavirus en sus naciones. Encaran el mismo enemigo, el mismo peligro y los mismos retos. Por lo tanto, si adoptan medidas similares, pese a sus diferentes culturas y sistemas de gestión, no hay razón para creer que Wuhan pueda vencer al virus, pero que ellas no.

De manera prometedora, tanto Milán como Nueva York han impuesto estrictas órdenes de cuarentena como Wuhan, aunque algunos argumentan que tomaron la decisión demasiado tarde y que su aplicación fue menos rigurosa. Esas medidas ya han mostrado avances, dado que elaumento de nuevas infecciones en ambos lugares ha bajado el ritmo en los últimos días.

Sin embargo, como los funcionarios han señalado rápidamente, la lucha no ha llegado a su fin. En Nueva York, el alcalde Bill de Blasio dijo el martes que si bien hubo "progreso", la ciudad aún no ha alcanzado un "punto de inflexión". Incluso en Wuhan, los funcionarios se muestran cautelosos y enfatizan que "cero nuevos casos no significa cero riesgo y que levantar el bloqueo no alude a reducir los esfuerzos contra el virus".

Más allá de las políticas contra la enfermedad en sí, Wuhan enfrenta ahora otro desafío sin precedentes -reiniciar su economía- mientras que los habitantes siguen tomando precauciones y los riesgos aún son altos.

Sin embargo, debemos entender que esto es algo que nunca habíamos visto antes y que es simplemente imposible esperar que todo sea perfecto para reactivar la economía. No obstante, Wuhan nos ha demostrado que tenemos que ser resueltos, cautelosos y mantener viva la esperanza.

En el futuro, la cooperación global es más relevante que nunca, porque si bien la lucha contra el virus necesita de bloqueos, la lucha para revivir la economía requerirá un flujo libre de viajes y comercio.

China ha buscado y continuará haciéndolo cooperación con otros países. Esperamos que todos puedan dejar de lado sus diferencias políticas y trabajen en conjunto para lograr el mismo objetivo: derrotar a este enemigo común y poner en marcha la economía global.


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