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spanish.china.org.cn | 01. 04. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

La ilusa idea de separar a EE. UU. y China puede costar vidas en plena pandemia

Palabras clave: China, EE. UU., pandemia

Una familia mira juguetes hechos en China en una tienda en Los Ángeles el 13 de septiembre.


El delirante intento de división puede costar vidas en una pandemia

Algunos trabajadores de Amazon organizaron el lunes una huelga en una instalación en Staten Island, Nueva York, exigiendo una mejor protección luego que un empleado diera positivo por COVID-19.

Lo que enfrenta el gigante de la logística puede ser solo la punta del iceberg para el gremio en Estados Unidos en medio de la pandemia de coronavirus, ya que la creciente ansiedad del personal por el riesgo al contagio ha obligado a fábricas de todo el país a cerrar en las últimas semanas.

Si bien no está claro qué brecha de suministro provocará la clausura de empresas de producción en el futuro, una cosa es cierta: Estados Unidos enfrenta una grave escasez de equipos médicos. Según una encuesta entre 213 alcaldes municipales, el 91,5 % de las ciudades no posee mascarillas para el personal de primeros auxilios y médico; el 88,2 % no cuenta con suficiente equipo de protección personal fuera de los antifaces; y el 85 % no tiene suficientes respiradores.

Dada la restricción en la exportación de material médico crítico de la Unión Europea durante la pandemia, China es el único país con la capacidadmanufacturera requerida para satisfacer la demanda estadounidense, y es seguramente lo último que quieren escuchar algunos miembros del Congreso, considerando su persistente impulso a una división entre ambas naciones. Pero nos guste o no, esa es la realidad.

Estados Unidos no solo depende de China para obtener provisiones médicas, sino también para productos diarios. Según la Federación Nacional de Minoristas, más del 41 % del vestido, el 72 % de zapatos y el 84 % de artículos de viaje en el mercado estadounidense provino de China en 2018. En 2019, computadoras, teléfonos celulares, ropa y calzado figuraban entre las mayores importaciones del país norteamericano desde su par chino.

Pero siendo este el caso, es todavía posible que Washington persista en un descanso de China y de su sector manufacturero. Como han señalado algunos políticos, pueden arreglárselas con menos, pero ese proceso será difícil y tendrá un gran costo. No es una opción racional, especialmente cuando existe un creciente riesgo de falta de suministro a nivel mundial y China puede ser su única esperanza por el momento.

Si bien los fabricantes europeos y estadounidenses cerraron debido a la pandemia, la producción china marcha gradualmente. El índice industrial de gerentes de compras (PMI) chino llegó a 52 en marzo, luego de un mínimo histórico de 35,7 en febrero, lo que indica que la producción comienza a recuperarse.

En la lucha mundial contra el virus, si Washington elige o no aislarse de los suministros médicos chinos, en realidad será unintercambio entre un desacoplamiento y la vida de su pueblo. Sin China, Estados Unidos desperdiciaría más tiempo y vidas en esta lucha.

Además más industrias clave para la población estadounidense también se verán afectadas sin la oferta china. Alrededor del 80 % de los componentes farmacéuticos activos utilizados en los medicamentos estadounidenses vienen de China e India, que también proporcionan el 90 % de las medicinas genéricas.

Aquellos que buscan una separación y piden a China que compense sus pérdidas deben aceptar el hecho de que Estados Unidos necesita más de lo que piensa a los fabricantes chinos.


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