Sesgo político en la ayuda internacional de China

Expertos sanitarios en Italia posan para una foto grupal antes de partir en Fuzhou, provincia de Fujian, sureste de China, el 25 de marzo de 2020.

El gobierno chino ha ofrecido asistencia a más de 80 países y organizaciones internacionales para combatir la pandemia del coronavirus. Así, envió 7 equipos de expertos a 5 naciones gravemente afectadas, incluidas Irán e Italia, y hasta el jueves había celebrado docenas de video conferencias para compartir sus experiencias.

Por un lado, China siempre ha tenido en cuenta la ayuda oportuna que recibió de la comunidad internacional en sus momentos más difíciles. Ahora su aporte al mundo demuestra su voluntad de devolver el favor. Por otro lado, a medida que el virus avanza, China es consciente de que todos los países deben superar las dificultades juntos y está lista para contribuir en esta lucha global. En particular, como potencia manufacturera, China ha comenzado a desempeñar un rol vital, aumentando la producción de suministros médicos necesarios.

Cualquier país con moral y responsabilidad internacional tomaría la misma decisión si estuviera en su posición. Sin embargo, la asistencia china ha vuelto a poner nerviosos a algunos, quienes han politizado el tema y lo han convertido en otra arma para difamarla.

Afirman que sus actos guardan motivos turbios y una intención geopolítica. Los esfuerzos del gobierno chino para ayudar a otros son vistos como un intento de competir por la influencia mundial y acumular adeptos. Algunos incluso indican que China debería ser responsable de la pandemia y le piden una compensación. Por lo tanto, su ayuda es solo un gesto de expiación y debe darse por sentado.

Tales comentarios son completamente absurdos. Parece que ciertas personas nunca abandonarán su opinión parcializada sobre China. No importa lo que haga, siempre encuentran fallas y aprovechan pretextos para atacarla. Lo creas o no, si China ofreciera poca ayuda a los países afectados por la epidemia, buscarían más excusas para arrojarle barro.

Tales tonterías también se derivan del profundo sentimiento de ansiedad de estas personas. En la batalla contra el virus, se ha demostrado plenamente la superioridad de la gobernanza china, y a través de su asistencia oportuna a otros, su influencia internacional ha mejorado considerablemente. En marcado contraste con otras naciones occidentales, devenidas en nuevo epicentro de la pandemia, que han expuesto problemas subyacentes en sus sistemas de gobierno, y sus relaciones internacionales han experimentado turbulencias. Por lo tanto, algunos en Occidente están impacientes por buscar desacreditar a China y desviar la atención de su gente, a fin de ocultar su propio fracaso.

Parece que calumniar a China ya se ha convertido en la táctica habitual de Occidente. En este momento crítico, realmente deberían centrarse más en frenar el virus y proteger la vida de los suyos.Las acciones ciertamente hablarán más que la retórica.

Y para el bienestar de todos, China está dispuesta a ofrecer su ayuda a quien lo necesite, pero para aquellos que la siguen menos preciando, es mejor que eviten usar sus suministros.