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spanish.china.org.cn | 25. 03. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Embajador chino en EE. UU. sobre acusaciones entre ambos países

Palabras clave: China, EE. UU., COVID-19

El embajador de China en Estados Unidos, Cui Tiankai, señaló que fue Washington quien comenzó a lanzar acusaciones sobre el coronavirus, mientras que la guerra de palabras continúa entre las dos mayores economías del mundo.

Es "muy dañino" para los diplomáticos y periodistas especular sobre el origen del COVID-19, es un trabajo de los científicos, dijo Cui en una entrevista con AXIOS y HBO el 17 de marzo, y pidió a los políticos de Washington dejar de difundir teorías de conspiración.

La entrevista se hizo pública el 23 de marzo en el sitio web de la Embajada de China.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llamó al nuevo coronavirus (COVID-19) "virus chino" por primera vez en su cuenta de Twitter el 16 de marzo y ha repetido la retórica desde entonces.

En declaraciones a los medios durante las sesiones diarias en la Casa Blanca el 18 de marzo, Trumpindicó que no había nada de malo en llamarlo "virus chino", y subrayó que se había originado en China.

Sus comentarios llegaron después de una publicación en Twitter del portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, ZhaoLijian, que sugería que el ejército de ese país podría haber traído la cepa a Wuhan en octubre de 2019.

Cuando se le preguntó sobre lo dicho por Zhao, Cui sostuvo que no está en condiciones de interpretar sus afirmaciones.

Dijo que su posición "se mantenía" en cuanto a que es peligroso difundir rumores, refiriéndose a una entrevista que hizo el 9 de febrero en el programa "FacetheNation" de CBS.

En esa ocasión, respondió al senador republicano Tom Cotton de Arkansas, quien dijo que el coronavirus podría haber salido del programa de guerra biológica de China. Cui manifestó que la acusación era "un sinsentido absoluto".

"Por supuesto, hay todo tipo de especulaciones y rumores", dijo. "Hay personas que dicen que estos virus provienen de algún laboratorio militar, no de China, tal vez de Estados Unidos. ¿Cómo podemos creer todas estas locuras?".

En la entrevista del 17 de marzo, Cui recalcó que la conspiración "comenzó [en Estados Unidos]" e insistió en que ciertos políticos dejen de especular ya que los científicos descubrirán finalmente su origen.


'Sin encubrimiento'

Cui rechazó firmemente las acusaciones de que el gobierno chino intentó encubrir el brote y evitar que la gente obtuviera información sobre la transmisión de persona a persona en las primeras etapas de la epidemia.

"No es un proceso de encubrimiento... Es uno de descubrimiento de este nuevo tipo de virus, un trabajo para identificarlo, para saber más sobre él, aprender acerca de sus medios de transmisión y cómo hacerle frente”, aseveró.

Tan pronto como China descifró datos relevantes, como su secuencia genética, compartió "todo" con la Organización Mundial de la Salud y alertó a otros países, acotó Cui.

China impuso estrictas restricciones de viaje y medidas de cuarentena en todo el país para contener el brote, dijo, y agregó que con "denodados esfuerzos el número de casos en China bajó significativamente" en los últimos 55 días.

Hasta el 22 de marzo, la provincia de Hubei, epicentro de la epidemia, no registro nuevos casos en 5 días. Mientras tanto, reportó 39 casos del extranjero, según datos oficiales.

Cuando se le preguntó sobre el fallecido Dr. Li Wenliang, quien intentó advertir a sus colegas sobre el COVID-19 a fines de diciembre y luego se le pidió que firmara una carta de culpa, Cui apuntó que la información estaba distorsionada, ya que el Dr. Li consultó a sus colegas sobre un virus desconocido y no intentó alertar al público.

"De alguna manera, estos datos salieron de ese círculo y ciertamente causó preocupación", contó Cui, y añadió que su caso aún está bajo investigación.

Dos días después de su encuentro con AXIOS, la Comisión Nacional de Supervisión de China concluyó las indagaciones sobre Li el 19 de marzo, y señaló que la policía local "emitió instrucciones incorrectas" y siguió un procedimiento "irregular" de aplicación de la leycontra su persona.

El Buró de Seguridad Pública de Wuhan luego admitió un "manejo inapropiado" y presentó una disculpa oficial a su familia.

La autoridad también revocó la carta en la que se le acusó de "difundir rumores".


¿Qué viene ahora?

Cui indicó que China se asegurará de que los infectados lleguen a cero en los próximos días y se centrará en el desarrollo de medicamentos y vacunas.

El país continuará trabajando con la OMS y ayudará a otras naciones asoladas por el COVID-19, agregó.

Según la cancillería china, el país ha ofrecido asistencia a 82 naciones, a la OMS y a la Unión Africana. Los suministros médicos incluyeron kits de prueba, máscaras y ropa protectora.

También ha enviado expertos médicos a Irán, Irak, Italia y Serbia para ayudar a sus colegas locales a frenar el avance del virus.

Asimismo, Cui elogió la asistencia recibida de compañías estadounidenses. "También estamos muy agradecidos con la ayuda de muchos países en la etapa inicial, entre ellos particulares, empresas, instituciones y especialistas estadounidenses. Algunos de ellos llegaron a China en los primeros momentos de la epidemia y otros se unieron al equipo de expertos de la OMS".

El diplomático dijo que China y Estados Unidos se encuentran en una "coyuntura crítica" y que esfuerzos de ambas partes son necesarios para construir una relación bilateral saludable.

Ambas naciones no tienen otra alternativa que cooperar, resaltó.

Los dos países deberían "rechazar cualquier intento de provocar una confrontación o incluso comenzar una nueva Guerra Fría", y desarrollar una relación a partir de la coordinación, cooperación y estabilidad, enfatizó.


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