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spanish.china.org.cn | 24. 03. 2020 | Editor:Teresa Zheng Texto

Tres grandes mentiras del gobierno de Trump

Palabras clave: mentira, Trump, COVID-19

A principios de marzo, cuando solo había unos pocos casos de COVID-19 en Estados Unidos, pregunté a sus ciudadanos en mi columna "La lucha contra el virus ofrece oportunidades de cooperación", hipotéticamente: ¿Qué sucedería si "se produce un brote de coronavirus a gran escala en ¿los Estados Unidos?" Podemos decir ahora que fue una advertencia profética en la que también expresé mi deseo de que todos mis amigos estadounidenses permanecieran a salvo.

Incluso ahora parece que el gobierno federal aún no ha adoptado medidas verdaderamente efectivas. El número total de casos confirmados ha superado los 30 000, con una de las tasas más altas del mundo. Morgan Stanley predice que 200 000 personas resultarán contagiadas. Algo realmente aterrador.

Las políticas de la administración Trump siguen centradas en salvar el mercado de valores que la vida de las personas. Si la cifra de infectados continúa creciendo al igual que la de las muertes, no importará cuánto dinero inyecte el gobierno, la confianza de los inversores en el mercado bursátil no volverá. Incluso un niño puede entender esto.

Entonces, ¿cuál es la causa del fracaso de las élites en la Casa Blanca? La única respuesta son sus mentiras.

El medio de comunicación estadounidense Daily Beast, al citar a dos funcionarios y un cable del gobierno, informó que la Casa Blanca ha puesto en marcha un plan de comunicaciones, a través de múltiples agencias federales, enfocado en acusar a China de organizar un "encubrimiento" y crear la pandemia.

Esto es estúpido y mal intencionado. La imagen de China no se verá dañada por las falacias que, sin embargo, perjudicarán a los estadounidenses. Hay tres principales "mentiras de China" promovidas por la administración Trump.

La del "virus chino". Desde el 16 de marzo, Trump y algunos funcionarios del gobierno han usado repetidamente este término racista. El gobernante defendió el miércoles su retórica: "Viene de China, por eso". El hecho es que su origen sigue sin confirmar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) nombró la enfermedad causada por el nuevo coronavirus COVID-19, término utilizado por los demás líderes internacionales. Trumpusa esta frase para desviar la ira de las personas por los inconvenientes y la recesión económica provocadas por el brote. Sirve para despertar el odio, en lugar de inspirar a los estadounidenses a adoptar las medidas necesarias de prevención y control. Culpar a China no funcionará y es contraproducente. Su población debe aprender las lecciones efectivas que ofrece China.

La segunda es el "encubrimiento de China". La administración Trump y algunos medios de comunicación estadounidenses, convertidos en portavoces del presidente, engañan intencionalmente al público. A menudo se les escucha decir que China ocultó deliberadamente el brote, y esto provocó su aparición en Estados Unidos.

El 3 de enero, el gobierno chino informó a la OMS y al Departamento de Salud de Estados Unidos sobre el nuevo coronavirus y comenzó a difundir regularmente su progreso. Estados Unidos fue el primer país en retirar a su personal diplomático de Wuhan, y en imponer una prohibición a los viajeros de China. Es Trump y varios senadores quienes han estado encubriendo la amplitud de la epidemia en la nación. El mandatario señaló que el COVID-19 era similar a una gripe estacional, incluso después de que su gobierno había sido informado de los verdaderos peligros por China. También dijo que su propagación estaba "bajo control" y que "desaparecerá".

Ahora se ha descubierto que ya en enero, 4 senadores estadounidenses vendían sus acciones, mientras daban información errónea a la población sobre el virus.

La tercera mentira se centra en las "donaciones" de Estados Unidos a China. La administración Trump dijo que ofrecería hasta $ 100 millones para ayudar a China y otros países. Beijing aún no ha recibido un centavo de ese monto. Sin embargo, estamos realmente agradecidos por la asistencia recibida de empresas, organizaciones e individuos de Estados Unidos. Según las estadísticas compiladas por mi institución, las donaciones no oficiales estadounidenses a China incluyen al menos 2 millones de máscaras, más de 40 000 guantes médicos y más de $ 60 millones en efectivo.

En los últimos dos meses, China recibió donaciones de gobiernos de al menos 53 países. El de Estados Unidos no figura entre ellos. Los virus, el amor, la sinceridad y las mentiras no conocen fronteras. Aquí quiero contarles a mis amigos estadounidenses que, como personas comunes y corrientes, necesitamos cooperar, ayudarnos con amor y sinceridad y encontrar formas efectivas de prevenir el daño causado tanto por el virus como por las mentiras. ¡Aguanten, estadounidenses!


El autor es profesor y decano del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad del Pueblo de China, y director ejecutivo del Centro de Investigación de Intercambio entre Personas China-EE. UU.


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