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spanish.china.org.cn | 21. 03. 2020 | Editor:Eva Yu | Texto |
Un empleado rocía desinfectantes en zonas designadas de Beijing, en las que viajeros del exterior son sujetos a cuarentenas para contener los crecientes riesgos de casos de COVID-19 importados, el 17 de marzo de 2020.
Durante las conversaciones telefónicas con los ministros de exteriores de Singapur, Rusia, Países Bajos, al igual que el ministerio que coordina los asuntos marítimos y de inversión de Indonesia, el consejero de Estado y ministro de Asuntos Exteriores, Wang Yi, indicó que China se opone firmemente a etiquetar al virus con el nombre de un país, puesto que es vergonzoso, inmoral e injusto.
Acciones de esa naturaleza dividirán a la comunidad internacional, indicó Wang, y añadió que no ayuda en los esfuerzos para unir a los países en la lucha contra la propagación de la pandemia, ni contribuirá a la prevención y control de la enfermedad en Estados Unidos.
Los tres ministros de exteriores también externaron su oposición a la estigmatización de China.
La Organización Mundial de la Salud asignó a la neumonía causada por el nuevo coronavirus el nombre genérico de COVID-19 el 11 de febrero a fin de evitar la estigmatización de un país o grupo particular, y eligió un nombre que no se refería a ninguna ubicación geográfica, animales, a un individuo o grupo de personas.
Los funcionarios de la OMS han advertido del peligro de llamar a la COVID-19 “virus chino”, y afirman que esto podría conducir a una caracterización racial.