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spanish.china.org.cn | 17. 03. 2020 | Editor:Eva Yu Texto

Politólogo observa que la estrategia de China para enfrentar al nuevo coronavirus es más avanzada que la de Occidente

Palabras clave: COVID-19, China, Martin Jacques

  

La comunidad académica observa con atención los trabajos de control y prevención que China ha emprendido para hacer frente al COVID-19. Pese a la parcialidad que ha evidenciado un sector de la prensa de Occidente, hay investigadores británicos que destacan que la capacidad de China para ejecutar planes de acción efectivos supera a la de estrategas en otras partes del mundo. Martin Jacques, catedrático emérito del Departamento de Política y Estudios Internacionales de la Universidad de Cambridge afirma que la estrategia del Estado chino en la batalla contra la epidemia está más desarrollada que Occidente.

El politólogo declaró en entrevista que dada la información hasta ahora revelada, todo indica que China ha conseguido controlar el periodo más grave de la epidemia en Wuhan, Hubei, puesto que el número de casos ha iniciado drásticos descensos. En su opinión, la trayectoria a la baja demuestra que los trabajos avanzan por el camino correcto y que la situación para controlar al COVID-19 es alentadora. Todo esto, a sus ojos, neutraliza la ola de críticas y acusaciones vertidas por Occidente en relación a los planes desplegados por China en las primeras etapas del brote epidémico.

“Esa postura está perdiendo atractivo por el hecho de que China ha sido extremadamente efectiva para hacer frente al coronavirus. Además, esa postura fracasa en reconocer dos enormes problemas desde dos aristas. Primero, era un brote de grandes magnitudes, y segundo, desde el inicio, China no sabía lo que era: un virus completamente nuevo que era desconocido por toda la humanidad”. El profesor de la Universidad de Cambridge justificó el retraso de las primeras acciones a la incapacidad de saber a qué enemigo se estaban enfrentando los médicos de Wuhan. “China fue, si así lo quieres ver, el conejillo de indias. Y los problemas de China y los de otros eran sustancialmente diferentes. Todos pueden aprender de China”, opinó Jacques.

El académico notó que una vez que la dirigencia comprendió la gravedad que había implícita en la propagación del virus, obró con rapidez y ofreció a la comunidad lineamientos claros para encarar los retos de la situación. “Creo que la capacidad del Estado chino para tratar con emergencias de esta naturaleza está más desarrollada y es más competente para materializar logros que muchos gobiernos de Occidente. El sistema chino es superior a otros gobiernos para hacer frente a retos como este”. Martin Jacques argumenta que esto se debe a la capacidad de las instituciones para movilizar estratégicamente a la sociedad y a la capacidad de la dirigencia de ejecutar órdenes y de ser obedecida por la sociedad.

Al comentar sobre la actitud de funcionarios de Estados Unidos, el académico condenó la actitud de muchos políticos de Occidente, quienes de cara a la crisis epidémica en China, demostraron falta de compasión y humanidad. Indicó que esta actitud, a su vez, desató una actitud discriminatoria contra China y los chinos, que rayó en el racismo. No obstante, en su opinión, esta actitud mengua progresivamente puesto que los trabajos ejecutados por China han arrojado positivos resultados. “China hace frente a la epidemia de una manera sumamente efectiva y de una forma impresionante. La OMS ha elogiado la contribución de China”. Martin Jacques manifestó sus dudas en cuanto a la eficiencia de Occidente para hacer frente a la pandemia. “Ya veremos como la gestionan. No soy muy optimista dada la evidencia que hasta ahora se tiene. Fuimos muy lentos para ver el peligro: muchos creyeron que era un problema de China. Ahora guardan silencio y guardan silencio, es más, admiten que deben aprender de China”.

 

 

 

 

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