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spanish.china.org.cn | 12. 03. 2020 | Editor:Eva Yu Texto

El sentimiendo de la dirigencia por una gran nación

Palabras clave: Xi Jinping, Wuhan, COVID-19

 

 

Por Jorge Fernández

 

La voluntad de una nación es fundamental en la lucha contra el brote epidémico

 

La visita que Xi Jinping ha hecho a la ciudad Wuhan, en la provincia de Hubei, marca un punto de inflexión en los trabajos de prevención y control que China ha puesto en vigor para enfrentar la propagación de COVID-19. El 10 de marzo hubo 13 infecciones en Wuhan, cifra que se ha logrado después de 48 días de un cierre temporal trascendental, y 10 casos en otros lugares de la parte continental de China, en donde la población ha cumplido estrictas medidas de seguridad. China está por salir de la parte más oscura de un túnel, aunque esto no significa que el último tramo está exento de amenazas.

 

Xi Jinping le expresó de frente al pueblo de Wuhan el agradecimiento que alberga la cúpula política nacional por el trabajo y el sacrificio realizado en aras de China y del mundo entero. El mandatario chino, también secretario general del Partido Comunista de China y presidente de la Comisión Militar Central, extendió un merecido reconocimiento a todos aquellos que no solo impidieron la propagación masiva del brote epidémico, sino que también, con sus denodados esfuerzos, ofrecieron al mundo una ventana para prepararse ante un enemigo invisible que no conoce fronteras.

 

La visita emula una ceremonia de condecoración en la que Xi Jinping ha dejado prendido del pecho de Wuhan una medalla al heroísmo. Wuhan ha sido desde el inicio de la emergencia sanitaria el primer frente de la lucha para contener la propagación de COVID-19. En atención a esto, una de las escalas de este recorrido fue el Hospital Huoshenshan, cuya construcción se concluyó en 10 días. Ahí Xi Jinping intercambió mensajes de apoyo e hizo patente el reconocimiento por sus trabajos. El papel de los equipos médicos, que han puesto a los pacientes infectados por encima de sus propias familias, ha sido crucial en la recuperación y en el salvamento de numerosas vidas.

 

Si bien aún no puede corearse una victoria en la lucha contra el coronavirus, lo cierto es que las medidas desplegadas después del brote epidémico han tenido un resultado indiscutiblemente positivo para su contención. El viaje del presidente Xi Jinping también incluyó una visita a una residencia que sigue un proceso voluntario de cuarentena. El dirigente nacional aprovechó el momento para extender su agradecimiento a aquellos que han acatado los lineamientos dictados por la dirigencia y a las organizaciones comunitarias que han supervisado el cumplimiento de las directrices.

 

Wuhan, epicentro de la epidemia, puso a toda una nación a prueba en la contención del nuevo coronavirus. La cifra descendente de casos pone de manifiesto el poder de la colectividad. Esta visita en la que Xi Jinping le da las gracias a Wuhan envía una clara señal: La determinación de cada uno de los chinos, encausada positivamente por la dirigencia nacional, ha reducido a unos cuantos casos las infecciones causadas por el nuevo coronavirus. Los métodos de China no necesariamente pueden emularse, pero sin duda contienen información sustancial que permitirá mejorar estrategias de control y prevención en otros lugares del mundo. Por delante de todo, la voluntad de toda la nación ha sido fundamental para asestar una estocada mortal a las mermadas energías del nuevo coronavirus.

 

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