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spanish.china.org.cn | 10. 03. 2020 | Editor:Eva Yu Texto

"La teoría de la disculpa china" pasa del disparate a la burla

Palabras clave: China, COVID-19

 

Jesse Watters, presentador del canal de noticias estadounidense FOX


Según el informe sobre la epidemia de neumonías COVID-19 de esta mañana, el diagnóstico confirmado de nuevos casos, elaborado con los reportes de 31 provincias —incluidas regiones autónomas y municipalidades bajo control directo del gobierno central y del Cuerpo de Producción y Construcción de Xinjiang— fue de menos de 50 personas, y que los casos que se diagnosticaron afuera de Wuhan, provincia de Hubei, fueron todos de pacientes que llegaron al país del exterior. En cuanto a la situación del otro lado de las fronteras de China, el número de países y regiones que han resentido la influencia de la epidemia suma más de 100 y el total acumulado de casos confirmados es de más de 20 mil. Esta última cifra ya ha superado el número que China tiene de casos confirmados.

En Occidente, Italia es el más afectado por la epidemia, y según datos publicados por su Ministerio de Salud el 8 de marzo a las 18:00 pm, el número de casos acumulados de personas infectadas con el nuevo coronavirus sumaba un total de 7 mil 375, y la cifra de decesos ascendía a 366. Otros dos países grandes de Europa, Francia y Alemania, acumulan casos confirmados que superan el millar.

Claro está, la situación epidémica de Estados Unidos es todavía un “misterio”incluso cuando ya se ha decretado el estado de emergencia en 8 estados.

De igual forma resulta incomprensible para algunas personas que algunos medios de comunicación de Estados Unidos, irresponsablemente desvíen el foco de atención de la opinión pública bajo un entorno de propagación epidémica y de nerviosismo como el que ahora existe.

El presentador del canal de finanzas Consumer News and Business Channel (CNBC por sus siglas en inglés), Rick Santelli, opinó sobre el impacto del nuevo coronavirus en la economía, y dijo que en lugar de desatar el pánico de esa manera, sería mejor infectar a las personas y que después en un mes este asunto se daría por terminado.

Otro presentador, Jesse Watters, del canal de noticias estadounidense FOX, empleó el mismo esquema de culpar a China y  desatinadamente dijo que China debe “oficialmente disculparse” por la epidemia de COVID-19.

El primero es ignorancia y el segundo es desvergüenza.

En realidad, hasta el momento las pesquisas para rastrear el origen del virus aún están en proceso, y no hay ningún estudio científico que certifique que el coronavirus se originó en Wuhan o en otro lugar de China. Por el contrario, hay medios de comunicación extranjeros que creen que el SARS-CoV-2 viene muy probablemente de Estados Unidos. 

El virus es el enemigo común de la humanidad y los pacientes infectados en cada uno de los países son víctimas. La Organización Mundial de la Salud ha expresado en numerosas ocasiones que el estigma es más peligroso que el virus mismo. ¿Qué propósito cumple en estos momentos que se ponga en movimiento “la teoría de la disculpa”? Esto es totalmente incomprensible. En 2009 el brote del virus H1N1 de Estados Unidos se propagó en 214 países y regiones, y en en ese año el patógeno se saldó con la vida de por lo menos 18 mil 449 personas. ¿Quién demandó a Estados Unidos que se disculpara?

En contraste, en medio de los trabajos de prevención y control de la epidemia, el pueblo chino ha hecho enormes sacrificios para impedir la propagación de la epidemia al igual que enormes contribuciones, y esto ha sido reconocido y elogiado ampliamente por la sociedad internacional.

Desde el 4 de febrero del presente año, cuando la Organización Mundial de la Salud celebró su reunión, el director general, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que en ese momento el 99 por ciento de los casos de infección ocurrieron en China, y que la comunidad internacional debería aprovechar esta ventana de trabajos orientados a la prevención y el control para enfrentar al virus de manera conjunta.

Hasta hoy, ya ha pasado más de un mes, y en un contexto en el que los trabajos de prevención y control epidémicos de China registran resultados sustanciales —que se contrastan a su vez con un estado de gravedad cambiante en otros países—, el lugar en el que se originó el coronavirus no debe ser, de ningún modo, lo que más le importe a las personas. Y si la insistencia es fijar la mirada en China, entonces se puede tomar como referencia “el caso chino”para prevenir y controlar la epidemia.

En estos días el mercado de valores de Estados Unidos ha tenido una drástica caída, y ello supone, por un lado, una muestra de la preocupación de las personas por el estado de la epidemia en Estados Unidos. Lo que era “la teoría de la disculpa china” está pasando del sinsentido a la burla. Las medidas que el gobierno de Estados Unidos emplea para hacer frente a la epidemia, incluida la actitud de algunos ciudadanos de la Unión Americana de cara a la epidemia, dejan a este autor totalmente desconcertado. ¿Es este el espíritu científico que impulsa una superpotencia? ¿Está a caso la razón siendo ensombrecida por la arrogancia?

 

 

 

 

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