EE.UU. tambalea frente al coronavirus

El mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, en una conferencia de prensa en la Casa Blanca en Washington D.C., Estados Unidos, el 26 de febrero de 2020. Trumpnombró el miércoles al vicepresidente Mike Pence para supervisar la respuesta del país frente al coronavirus.

Prueba de fuego para el gobierno de EE. UU.

La prueba ha arrancado oficialmente en Estados Unidos, apuntó Chen Xi, profesor asistente de salud pública en la Universidad de Yale, a Global Times el sábado. "Actualmente, las metrópolis estadounidenses enfrentan mayores riesgos ya que una gran parte de sus residentes no están cubiertos por el seguro de salud, mientras que las áreas rurales enfrentan riesgos menores", dijo.

El CDC informó de casos de origen desconocido en los estados de California, Oregón y Washington, lo que provocó temor por una mayor propagación en la costa oeste. También pronosticó la identificación de más casos en los próximos días y que el sistema de salud se vea abrumado, según una nota en su sitio web.

No obstante, ciertos analistas estimaron que el costoso sistema de salud estadounidense podría convertirse en otro problema para la población, especialmente después de que el secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, sugiriera que el tratamiento podría no ser asequible para todos después de solicitar al Congreso $ 136 millones para su lucha.

Muchos estadounidenses evitan ir al médico debido al alto costo, que también se ha convertido en una gran desventaja en el combate contra la enfermedad, según reportes de la prensa.

Si bien el presidente Trumpha tratado de minimizar el impacto del virus al instar a los medios a "no hacer nada para incitar al pánico, porque no hay razón para ello", los expertos señalan que el Gobierno debe mirar más allá de emitir alertas de viaje para contener la propagación viral.

"Dado su avance en la comunidad, debería considerar preguntas como cómo los hospitales locales pueden aumentar su capacidad para manejar grandes flujos de pacientes, si tienen suficientes prueba del virus, cómo capacitar al personal médico y mejorar la detección", resaltó Jennifer HuangBouey, epidemióloga e investigadora principal de políticas de la Corporación RAND, a Global Times el sábado.

El  portal de opinión política estadounidense Politicoindicó en un reciente artículo que el CDC aún no está listo para detectar si el coronavirus avanza en elpaís, ya que solo una pequeña cantidad de laboratorios de salud pueden diagnosticarlo, lo que refleja un lento accionar de la entidad en la identificación masiva de casos sospechosos. Esta falla se suma a los riesgos de un mayor brote a nivel nacional, infirió el reporte.

"El CDC tomó esos tres casos desconocidos como una señal grave ya que aparecieron cuando se tenía docenas de pacientes confirmados, lo que indica que el COVID-19 ya puede haberse extendido en el país con poco conocimiento", advirtió Zeng, epidemiólogo jefe del CDC de China.

Cuando se le preguntó a Trump si los estadounidenses deberían hacerse la prueba de coronavirus, este aseguró en una reciente sesión informativa en los medios de comunicación: "Estamos analizando a todos los que necesitamos y hemos encontrado problemas mínimos". Es seguro que su declaración no ha impedido la ansiedad de los habitantes por hechos que aún se desconocen y ha forzado a la Casa Blanca a encarar el tema de manera más responsable.

"Si Estados Unidos no logra contener la propagación viral, sería un duro golpe no solo para la nación, sino también para la recuperación económica mundial, reflejada en la cadena de suministro global, y nos llevará al borde de una gran crisis", aseveró Li, y añadió que es hora de reconsiderar la emergencia de salud pública como parte de un asunto de seguridad nacional y adoptar la colaboración global en esta lucha sin precedentes.