Ultima hora>
spanish.china.org.cn | 26. 02. 2020 | Editor: Texto

ESPECIAL: Un viaje a los campos de Cuba, donde nacen los puros habanos

Palabras clave: Cuba-habanos,Cuba-Tabaco

Por Raúl Menchaca

ARTEMISA, Cuba, 25 feb (Xinhua) -- Protegidas del inclemente sol cubano las plantaciones de tabaco florecen en el occidente de Cuba, donde comienza el largo y complicado camino que concluye en la elaboración a mano de los afamados puros habanos.

El proceso es muy riguroso, algo que pudieron apreciar este martes los más de 2.000 delegados de 70 países que hasta el próximo viernes toman parte en la edición 22 del Festival Internacional del Habano.

La región tabacalera de Partido es un triángulo de poco más de 40 kilómetros cuadrados de suelos ferralíticos rojos formado por las localidades de Alquizar, Güira de Melena y San Antonio de Los Baños, en la provincia de Artemisa, que colinda por el sudoeste con La Habana.

Esa área nació de la agrupación histórica de zonas cosecheras de tabaco fundada a principios del Siglo XVII, por lo que en la actualidad sus producciones ostentan la Denominación de Origen Protegido (DOP).

En Partido, la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) "Felipe Herrera Acea" es la mayor productora de la hoja en las 620 hectáreas gestionadas en usufructo por un grupo de campesinos, que antes trabajaban en empresas estatales.

Todo es actividad en los campos, pues la cosecha está en plena recogida de las hojas, una tarea que se realiza de manera manual, una por una, desde la parte inferior de la planta hacia arriba, dejando transcurrir tiempo entre cada recolección para que crezcan las restantes.

Las plantas tienen como promedio 16 hojas, pero solo alrededor de ocho son las mejores, las que tienen una estructura más fina y un color parejo, además de las requeridas características de elasticidad y brillo.

"Lo primero es amor, pero además interés y conocimiento", dice sobre ese trabajo el presidente de la UBPC, Armando Trujillo, un ingeniero agrónomo de 56 años vinculado a la cosecha tabacalera desde hace 36.

Trujillo, ganador de las distinciones Hombre Habano del Año en 2011 y Héroe del Trabajo de la República de Cuba en 2013, asegura que el conocimiento es necesario "porque con el tabaco estamos hablando de unos 530 pasos, de los que 330 están vinculados a la parte agrícola".

"El trabajo con el tabaco es muy difícil, porque tiene muchas tareas y todas deben hacerse casi al mismo tiempo, pero para nosotros es muy importante y lo hacemos siempre con amor", asegura a Xinhua la campesina Rosa Ortiz mientras recolecta las hojas.

Ortiz tiene 57 años y afirma con un inesperado sentido poético que su vida no se puede separar de ese cultivo "porque sería como un barco a la deriva".

Pero la verdadera poesía, que mucho más tarde se hace humo en alguno de los 150 países a los que Cuba exporta sus codiciados puros, nace bajo el sol, en los campos de la isla, donde miles de personas viven del cultivo de la solanácea, que demora unos 18 meses.

La UBPC "Felipe Herrera Acea" logra un rendimiento anual de 1,7 toneladas por hectáreas, por lo que este año esperan obtener unas 160 toneladas y otras 50 de hojas de primera clase para la exportación.

Esos altos niveles productivos son resultado de la aplicación de técnicas particulares como el sistema de riego por goteo y el cultivo tapado, dos métodos que combinados permiten proteger a las plantaciones de plagas y enfermedades y al mismo tiempo hacen que las hojas sean más grandes y robustas.

Toda la producción es procesada por la Empresa de Acopio y Beneficio de Tabaco "Lázaro Peña", que se especializa en procesar la capa de los habanos, como explica su presidente Vladimir Andino.

"Esta empresa es muy importante para la producción del tabaco cubano de capa", señala Andino, quien no duda en calificar a los habanos como "Embajadores de Cuba en el mundo".

Y no le falta razón al directivo, pues los puros constituyen un producto distintivo de la isla, aunque a la hora de fumar pocos sepan dónde nacen los habanos. Fin

   Google+