Gobierno brasileño cree que la crisis de Ceará está controlada

RIO DE JANEIRO, 24 feb (Xinhua) -- El gobierno brasileño afirmó hoy que la situación en el estado de Ceará (noreste), donde una huelga de la Policía Militarizada disparó la violencia y obligó al Ejecutivo a enviar el Ejército, está "bajo control".

El ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sérgio Moro, y el de Defensa, Fernando Azevedo, se reunieron este lunes con el gobernador de Ceará, Camilo Santana, en Fortaleza, la capital regional, para analizar la situación.

La Policía Militarizada de Ceará inició el martes una huelga para reclamar una mejora en sus salarios, lo que dejó las calles del estado sin policía y provocó un aumento de la violencia.

Entre el miércoles y el domingo, hubo al menos 147 homicidios en el estado, según divulgó hoy la Secretaría de Seguridad Pública regional, muy superior a la media de 6 homicidios diarios que tenía el estado este 2020. Entre el viernes y el sábado, se registraron 70 asesinatos, lo que representó los dos días más violentos en el estado desde 2012, cuando la Policía Militarizada también se declaró en huelga.

Debido a la ola de violencia, el gobierno autorizó el envío de las Fuerzas Armadas a Ceará para contener la violencia.

Según explicó Moro ante la prensa, "no hay una situación de absoluto desorden en las calles" de Ceará y dijo que la situación "está bajo control".

El ministro de Justicia apuntó que las Fuerzas Armadas permanecerán en el estado hasta que la paralización de la policía quede resuelta.

"Las Fuerzas Armadas están aquí subsidiariamente para atender a una situación que nosotros entendemos que es temporal y que debe ser resuelta en breve. Existe un indicativo del aumento de algunos crímenes más violentos, pero no hay una situación de absoluto desorden en las calles", explicó Moro.

El ministro apuntó que "las personas están en las calles, nosotros circulamos en las calles. No existen, por ejemplo, saqueos a establecimientos comerciales, ni nada de esto. La situación está bajo control, claro que dentro de un contexto relativamente difícil en que parte de la policía regional está paralizada".

Moro reiteró que la presencia del Ejército en las calles era para "garantizar la tranquilidad y la seguridad de la población".

La ley brasileña prohíbe que la policía militarizada realice cualquier huelga. Debido a ello, el gobierno de Ceará apartó de sus funciones a más de 200 agentes acusados de participar en la huelga, mientras que 37 fueron detenidos por deserción. Fin