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spanish.china.org.cn | 20. 02. 2020 | Editor:Lety Du [A A A]

La humanidad es una frente al Covid-19

Palabras clave: China, coronavirus, Covid-19

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El Covid-19 ha acaparado la atención mundial, con casos confirmados en 25 países. Mientras el planeta lucha por contener la epidemia, algunos medios de comunicación occidentales han difundido comentarios xenófobos contra China vinculados con el virus.

A principios de mes, el diario estadounidense The Wall Street Journal sacó un artículo titulado “China es el verdadero enfermo de Asia”. El periódico francés Courrier Picard publicó el titular “Alerta amarilla” (Alerte jaune), y su versión digital “¿La nueva amenaza amarilla” (Nouveau peril jaune); en tanto, el medio australiano Herald Sun escribió “El pandamonio virus chino”, mal escrito intencionalmente para referirse al animal símbolo de China, el panda gigante. Incluso algunos políticos de Occidente tuvieron comentarios absurdos acerca del brote.

El común de la gente teme infectarse y es comprensible. Sin embargo, existe cierta malicia de parte de la prensa en la propagación de rumores y expresiones a todas luces discriminatorias.Frente a la provocación, muchos chinos de ultramar e incluso nacionales de otros países de Asia han sufrido el estigma y el abuso.

Tales comportamientos van en contra de algo que los medios y políticos occidentales han defendido siempre – “el humanitarismo”. El coronavirus ha expuesto un racismo profundo en la mente de las personas, indicador de una larga historia de discriminación. Analicemos de cerca los comentarios e informes que han atacado a China.

Algunos exhortan a sus gobiernos a prohibir inmediatamente la entrada de nacionales chinos, otros consideran que el virus ha corrido un oscuro velo sobre la economía china y su futuro, mientras hay quienes han acusado a China de violar derechos humanos y faltar a la democracia. Estos clichés demuestran malentendidos de larga data sobre la sociedad china y el sistema del país. 

Es irresponsable y poco sensible por parte de los políticos realizar afirmaciones como las que sugieren que el coronavirus “ayudará a acelerar la vuelta de empleos a Norteamérica”. Pura animadversión y me pregunto, si el virus avanza en el mundo, ¿Estados Unidos quedará immune? Permítanme recordarles: vivimos en una era de globalización.

El Covid-19 es un desastre tanto para China como para el mundo. Junto con la OMS y otros países de importancia, China combate con todo la epidemia y despliega denodados esfuerzos para velar por la seguridad sanitaria regional y mundial. Este punto ya lo hemos discutido en programas previos. Estas frases y acciones han causado una ola de críticas.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, advirtió contra la creciente discriminación a medida que el miedo por el coronavirus avanza, en tanto el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, precisó que el brote es un tema de salud pública, y que un sentimiento antichino es tonto, ilógico e inútil en la tarea de contener el virus.

Mucha gente ha sido testigo de la rápida reacción y estrictas medidas de control dispuestas por China y varios países le han ofrecido su apoyo y asistencia. Estos actos nos conmueven y nos llenan de confianza.

Los virus no distinguen pasaportes a la hora de irrumpir en el cuerpo, ni tampoco respetan fronteras. La batalla contra el Covid-19 y la protección de la vida y la salud son metas comunes de la humanidad. Debemos ser un corazón y un destino.