La red de trenes de alta velocidad facilita el regreso a casa de trabajadores migrantes

Un tren de alta velocidad aguarda a emprender su recorrido durante el periodo de ajetreo por la Fiesta de la Primavera. Foto captada el 10 de enero de 2020 en la oriental provincia china de Jiangsu.

La rápida ampliación de la red de trenes de alta velocidad de China, en concreto el creciente número de líneas que conducen a zonas remotas de donde proviene la mayoría de los trabajadores migrantes, está haciendo el traslado de pasajeros más sencillo durante la migración humana anual más grande del planeta.

La red de las ocho líneas que van de este a oeste y de las ocho líneas que van de norte a sur, que originalmente hacían énfasis en conexiones de alta velocidad entre importantes centros económicos a lo largo de la costa oriental, han sido ampliadas a regiones menos desarrolladas en años recientes, lo que facilita a millones de trabajadores migrantes regresar a zonas rurales y a poblados de mediano tamaño para celebrar la Fiesta de la Primavera.

Liu Shuchunquien administra un pequeño restaurante en Shanghai, se alegró de tomar el tren de alta velocidad a su tierra natal en Fuyan, provincia de Anhui, por primera vez durante este periodo masivo de desplazamientos de 40 días.

Fuyang, con una población de cerca de 10,7 millones, ha sido conocida como una gran fuente de mano de obra que envía a más de 3,5 millones de trabajadores migrantes cada año al Delta del Río Yangtsé, al Delta del Río de la Perla y a otras regiones desarrolladas.

No obstante, la falta de servicios de trenes directos de alta velocidad a sus pueblos natales hacía difícil a estos trabajadores migrantes visitar a sus familias. Durante dos décadas, Liu, de 45 años, padeció de 11 agotadoras horas de viaje en autobús de Shanghai a Fuyang para la reunión anual.

La apertura el mes pasado de una vía ferroviaria de 276 kilómetros para un tren de alta velocidad que une a Fuyang y Zhengzhou, en la provincia de Henan, ha generado una mejora sustancial en los tiempos de viaje.

“Por lo regular me quedaba varado en embotellamientos, que empeoran durante los días festivos. Era una travesía larga y cansada”, indica Liu. “Con los trenes de alta velocidad, por el contrario, la travesía solo requiere de tres horas. Es rápido y conveniente”.