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spanish.china.org.cn | 02. 01. 2020 | Editor:Elena Yang | Texto |
Por Jorge Fernández
Luchadores de la nueva era cosecharán nuevos frutos en 2020.
A lo largo de 2019 el pueblo chino escribió el último párrafo de un capítulo crucial en la historia moderna. Este año se completará la meta de eliminar por completo la pobreza de todo el territorio nacional. Es una meta para cuya consecución se han requerido numerosas batallas y cuya victoria anuncia el establecimiento de una sociedad modestamente acomodada. Este 2020, tras largas tribulaciones, la nación china descansa en el último peldaño de una escalera que conduce a la modernización socialista.
El año que pasó atestiguó el sudor, el trabajo, el sacrificio y el amor de un pueblo que se esfuerza para fortalecer la patria. Y estas virtudes, manifestadas en 2019 y a lo largo de los años anteriores, están a punto de brindarle a los chinos redituables dividendos. En 2020 el PIB se aproximará a los 100 billones de yuanes y el ingreso per cápita se incrementará a 10 mil dólares. El mundo ha visto cómo China ha progresado en incontables rubros ¿Qué ha hecho posible que hoy la sociedad china yazca en la antesala de una sociedad modestamente acomodada?
El presidente de China, Xi Jinping, pronunció el 31 de diciembre un discurso para recibir al año nuevo. En su alocución detalló los trabajos que China ha emprendido para mantener y reafirmar la acelerada construcción nacional. Estos logros no habrían sido posible sin la devoción de un pueblo al que la dirigencia nacional guía para construir al Estado. A ellos corresponde un lugar preeminente en el prestigioso podio que rinde honor a luchadores y constructores de una China bella, moderna y fortalecida.
En voz del presidente chino, “todos estoséxitos condensan el esfuerzo y sudor de los luchadores de la nueva era, demostrando el espíritu y fuerza extraordinarios de China.” A lo largo de 2019, el esmero y la diligencia popular permitieron a la dirigencia nacional apuntalar los cimientos para la construcción de una sociedad modestamente acomodada. En primer lugar, la economía de China aceleró su transición de una fase de rápido crecimiento a una etapa en la que el desarrollo descansa cada vez más en la eficiencia y la innovación.
En segundo lugar, la política de Reforma y Apertura estimuló positivamente el ímpetu nacional para materializar un mayor desarrollo. Esto no solo ha redundado en el crecimiento y fortalecimiento del Estado, sino que también ha añadido un nuevo momento al crecimiento económico mundial. Los sorprendentes cambios que China experimenta añaden versatilidad a una estructura de la economía mundial orientada a la equidad y justicia.
En tercer lugar, la participación popular para construir al Estado ha permitido el fortalecimiento de instituciones militares destinadas a garantizar entornos propicios para el desarrollo y la modernización. China ha emprendido reformas orientadas a la defensa militar que buscan controlar y reducir aquellos factores nacionales e internacionales que impiden la estabilidad, la tranquilidad y la paz. China considera que mediante el control de factores inestables se reducen las variables que acechan la seguridad nacional.
El pueblo de China trabaja afanosamente porque cree vehementemente en la ruta establecida por la dirigencia nacional. No teme ni se acongoja ante los escollos que hay en el camino. El sistema de desarrollo chino responde a necesidades y condiciones propias. Se ha perfeccionado a lo largo de los años y su exitosa aplicación ha hecho del país la segunda economía del mundo. Al interior de sus fronteras se somete al imperio de la ley, y al exterior de sus demarcaciones aboga por un desarrollo pacífico, por la salvaguarda de la paz y por el progreso conjunto de la comunidad de naciones.
El pueblo chino recibe al año 2020 en medio de agradecimientos, ansioso de acelerar la modernización socialista y convencido de que China avanzará con firmeza por el camino del desarrollo pacífico.