Tang Shangjun (i), le enseña física a un alumno, en su hogar en la aldea de Wuhan, en el distrito de Anhua, en la ciudad de Yiyang, en la provincia de Hunan, en el centro de China, el 7 de septiembre de 2019. Una solitaria casa de madera en un área montañosa cubierta de árboles es utilizada por Tang Shangjun desde hace más de 20 años como vivienda y salón de clases. Tang Shangjun es un maestro de 92 años de edad que empezó a instruir a niños del área cuyos padres migraron a otros lugares a trabajar, sin cobrarles nada. Tang inició esta labor en 1997, 10 años después de que se había jubilado de su trabajo de profesor. Debido a que la aldea tiene acceso limitado a recursos didácticos, Tang Shangjun viaja hacia el distrito de Anhua, y algunas veces hasta Beijing, para poder comprar los materiales que requiere para sus clases. El además lee distintos libros y toma notas diariamente para poder aumentar su arsenal de preguntas para los exámenes que realiza a sus alumnos. "Mientras los niños quieran estudiar, yo seguiré en mi labor, aunque me quede una pulgada de vida". dice Tang.