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spanish.china.org.cn | 26. 08. 2019 | Editor:Teresa Zheng Texto

EEUU perjudica a sus firmas al ordenarles salir de China

Palabras clave: EEUU, China

Botellas de Coca-Cola en un supermercado en la provincia de Jiangsu, en el este de China, el 6 de agosto.


Es irónico que las grandes empresas de Estados Unidos resalten su voluntad de ganarse el mercado chino, rico en oportunidades, aumentar su inversión o ingresar en el país por primera vez, en momentos en que el presidente de la nación les ordena renunciar a un nicho muy codiciado por las firmas internacionales dado su enorme potencial de crecimiento.

"Es solo un hermoso sueño del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que las firmas estadounidenses dejen de lado a China", declaró a Global Times Liang Ming, investigador de la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica del Ministerio de Comercio el domingo.

Trump advirtió al círculo empresarial: "Comiencen a buscar de inmediato una alternativa que incluya traer de vuelta a sus compañías y fabricar sus productos en Estados Unidos", según varias publicaciones en Twitter el viernes.

El sábado, el mandatario escribió que incrementaría los aranceles de $ 250 000 millones en bienes chinos del 25 al 30 % a partir del 1 de octubre, y añadió otro aumento sobre $ 300 000 millones en productos desde el 1 de septiembre del 10 al 15 %.


Negativa con acciones

Sin embargo, contrariamente, las empresas estadounidenses aceleran su estrategia comercial en el mercado chino.

Por ejemplo Starbucks, lanzó recientemente una serie de ofertas personalizadas en el país gracias a su alianza con Nestlé, y Costco tiene previsto abrir su primera tienda en Shanghai el martes.

Por su parte, el fabricante de vehículos eléctricos Tesla iniciará la producción de su primer lote de automóviles Modelo 3 en sus plantas en Shanghai antes de fines de este año, mientras que su director ejecutivo Elon Musk se prepara para presentar muy pronto su nueva apuesta empresarial, Boring Co.

Zhang Jiantao, vicepresidente de Coca-Cola (Gran China, Corea y Mongolia) también manifestó en una entrevista hace poco con el mismo medio que China es un mercado que Coca-Cola "no debe olvidar".

"No hay paralelo para sus capacidades innovadoras y potencial ", afirmó.

El empleado de una empresa de equipos médicos con sede en Shanghái señaló que la compañía cuenta con una cadena industrial de fabricación y ventas en el país y que no tiene planes de regresar a Estados Unidos.


Objetivos poco realistas

Walmart apuntó en julio que invertirá 8000 millones de yuanes ($ 1130 millones) en la próxima década para construir o modernizar sus centros de distribución logística en China. Ryan McDaniel, vicepresidente de la cadena de suministro en China de la firma, resaltó el proyecto en más de 10 centros en 10 o 20 años.

Liang anotó que sería "poco realista" obligar a las compañías estadounidenses a regresar vía una orden administrativa.

El objetivo de las empresas es buscar ganancias, y las que pueden obtener con negocios en el territorio chino son mayores de las que podrían conseguir en Estados Unidos, agregó. Por ejemplo, si Apple lo hace, sus costos podrían aumentar en un 50 %.

"Además, muchos rubros en Estados Unidos ya no tienen las instalaciones necesarias para la fabricación, incluida mano de obra calificada”, recalcó.

En una cumbre el domingo por la mañana, Dong Chao, otro especialista de la academia, opinó que las multinacionales estadounidenses sumaron cuantiosas rentas en China, y que para muchas de ellas sería difícil dejar un mercado tan grande como la nación asiática, incluso poniendo en peligro su propia subsistencia.

Dong citó el ejemplo del ramo automotor. "El mercado chino se ha convertido en la principal fuente de ganancias para muchas firmas estadounidenses. Si lo pierden, muchos verán sus negocios desplomarse, así como la caída de sus acciones, cediendo terreno frente a la competencia local, alemana y japonesa, un gran riesgo para la industria automotriz estadounidense".

Liang acotó que solo cooperando con China y permitiendo a sus empresas comprar productos estadounidenses a gran escala, Estados Unidos podrá reducir su déficit comercial con ella.

"Es casi la única salida", constató.


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