Éxodo masivo del gabinete ante llegada de Boris Johnson como primer ministro

El nuevo primer ministro británico, Boris Johnson, ha llevado a cabo una limpieza del gabinete sin precedentes, solo unas horas después de reemplazar a Theresa May en Downing Street.

Más de la mitad del Gabinete de May ha sido despedido o reemplazado, mientras que el nuevo líder se rodea de partidarios que, a su juicio, lo ayudarán a cumplir las promesas que hizo en campaña.

"Los que dudan, los pesimistas, van a equivocarse de nuevo", fueron las palabras de Johnson en su primer discurso nacional como Primer Ministro.

"Vamos a cumplir las repetidas promesas del parlamento a la gente y saldremos de la UE el 31 de octubre, sin ninguna duda", declaró, mientras su personal y su novia, Carrie Symonds, observaban y celebraban.

Varios ministros habían manifestado su intención de renunciar, o salir antes de ser echados, desde el momento en que Boris Johnson ganó la votación para ejercer como primer ministro británico.

Pero el éxodo masivo fue asombroso, con 17 ministros en total.

Entre ellos, el canciller Philip Hammond, quien presentó su renuncia en cuestión de minutos.

No mucho después, el principal rival de Johnson en los comicios, Jeremy Hunt, aseguró que daría un paso al costado. El ministro de Comercio, Liam Fox, también dimitió.

En sus lugares, el Primer Ministro nombró una serie de caras nuevas y familiares.

Michael Gove, jefe de la Oficina del Gabinete y Dominic Raab regresa como secretario de Relaciones Exteriores.

El Sr. Raab es el ex secretario de Brexit de May, quien renunció a su Gabinete a finales del año pasado, en protesta por el Acuerdo de salida.

Sajid Javid es el nuevo canciller.

También las canteras de Finanzas (Phil Hammond) o Justicia (David Gauke) y otros han salido hoy, como Penny Mordaunt, ministra de Defensa, que se desconoce si se ha ido voluntariamente.

No son los únicos, ayer también lo anunció Rory Stewart, responsable de Desarrollo Internacional y contrincante en la lucha por el liderazgo tory contra

La agitación y el nombramiento de los ministros pro brexit marcan un nuevo comienzo para Johnson, y envía un fuerte mensaje al resto del Partido Tory, el Parlamento y la Unión Europea.

La conmoción se produce al final de un día histórico para el ex alcalde de Londres, que se encontró con un obstáculo inesperado en su camino hacia el Palacio de Buckingham, hacia donde se dirigía para un encuentro con la Reina.

Los manifestantes contra el cambio climático formaron una cadena humana que bloqueaba la caravana del nuevo líder.

La policía intervino para asegurarse de que no llegara tarde ante Su Majestad, quien lo invitó a formar el gobierno como el 77º Primer Ministro británico.

Más tarde, como PM, cuando el Sr. Johnson recorrió Downing St, se le oyó por casualidad decirle al personal que la Reina había comentado: "No sé por qué alguien querría este puesto".

La PM saliente gentilmente dejó de lado el papel que ha desempeñado durante tres años y comentó sobre el nuevo primer ministro: "Le deseo a él y al gobierno que liderará toda buena suerte en los meses y años por delante."

Hubo muchos aplausos y vítores para Johnson en los escalones de Downing St, y cuando entró por primera vez como Primer Ministro.

Boris Johnson debe encontrar con urgencia una manera de romper el punto muerto en que se encuentra el Brexit y cumplir con la fecha límite del 31 de octubre, o arriesgarse a convertirse en el Primer Ministro de más corta estadía en el Número 10 de Downing Street.