Opinión>
spanish.china.org.cn | 28. 06. 2019 | Editor:Elena Yang Texto

OMC: Por un comercio justo, equitativo y de beneficio compartido para todos

Palabras clave: WTO, OMC, comercio mundial, multilateralismo


Por Jorge Fernández


La política de “América Primero” colisiona abiertamente con la esencia de un pensamiento orientado a la construcción de un mundo mejor y con los trabajos impulsados por China para la edificación, junto con la comunidad internacional, de una sociedad de futuro compartido para la humanidad.


La ola proteccionista y la tentación del unilateralismo, alimentados recientemente con argumentos que aducen al interés nacional, han estimulado a incontables voces que piden con urgencia el fortalecimiento de la estructura institucional de la Organización Mundial de Comercio. Hoy corren peligro las bases de este facilitador del comercio entre países, y también, junto con este apocalíptico escenario, los trabajos que China impulsa para la creación de un entorno equitativo, justo y de beneficio compartido para todos.

A las cosas hay que llamarlas por su nombre, y esa cosa es Donald Trump. La política de “América Primero”, ha asestado golpes dolorosos contra el comercio internacional y también, por conexión sistémica, contra las bases institucionales de la Organización Mundial del Comercio. Un organismo que a lo largo de 70 años de evolución ha explorado la materialización de un entorno de solución de controversias por medio de la negociación, que ha orientado sus trabajos para evitar la discriminación y que, en su más básico proceder, busca el beneficio común, hoy está siendo saboteado por la mentalidad de “yo primero y tú arréglatelas cuando yo ya haya pasado”.

China ha repetido incansablemente en casa y en foros internacionales sobre la necesidad de abandonar patrones egoístas, de dar voz a todos los países, y de crear un sistema de beneficio compartido basado en el desarrollo conjunto. La política de “América Primero” colisiona abiertamente con la esencia de un pensamiento orientado a la construcción de un mundo mejor y con los trabajos impulsados por China para la edificación, junto con la comunidad internacional, de una sociedad de futuro compartido para la humanidad.

La respuesta a las desavenencias no está en la denigración, en la humillación, en el menosprecio o la deshonra. Por el contrario, la solución a todo tipo de controversia, llámese política o comercial, está en la negociación a través de marcos institucionales por los que los Estados han trabajado sin descanso para mejorar desde el término de la segunda conflagración mundial, a pesar de los vaivenes y cambios en el escenario internacional. La Organización Mundial del Comercio, sucesor del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio, es el único organismo internacional que con el trabajo diligente y coordinado de los Estados se ocupa de las normas que rigen el comercio internacional.

Las deficiencias de la Organización Mundial del Comercio, como las de cualquier otro organismo internacional, se acrecientan con el surgimiento de nuevas variables en el escenario internacional. El reto descansa en la evolución institucional para hacer frente a los desafíos y para alejarse lo más posible de los desaciertos en la práctica comercial. Y es en este contexto que China, en voz de su presidente, Xi Jinping, ha hecho numerosos llamamientos en foros internacionales para desplegar reformas que permitan a la Organización Mundial del Comercio suprimir las amenazas que penden sobre el sistema comercial y desempeñar un papel clave para que los Estados desplieguen de lleno su potencial.

En la 26 edición de la APEC, en Papúa Nueva Guinea, el presidente Xi Jinping opinó en torno a los debates para impulsar nuevas reformas en la Organización Mundial del Comercio. “Estas reformas deben diseñarse para permitir que la OMC desempeñe mejor su función y mantenga los valores centrales y los principios subyacentes del sistema comercial multilateral, en lugar de hacerle ajustes a la Organización. Lo que necesitamos es hacer que la globalización económica sea más abierta, más inclusiva y de beneficio para todos”.

China no habla en primera persona sino que, por el contrario, alza su voz desde un numeroso coro de Estados que demanda un alto definitivo a la arbitrariedad y a las maquinaciones calculadas, y que pide un sistema comercial que diste de la asimetría y la desproporción al momento de cosechar beneficios. Xi Jinping ha manifestado en diferentes foros nacionales e internacionales la disposición de China de trabajar con todos para diseñar un plan que permita la reforma del sistema de la gobernanza económica mundial, así como la reforma de un sistema de comercio multilateral abierto e inclusivo que funcione en atención de todos y no en atención a los intereses de un Estado nada más.

Estados Unidos arrastró a China en un torbellino de agresiones comerciales que, al tener a las dos economías más grandes del mundo aporreándose sobre un mismo cuadrilátero, están amenazando a mediano y largo plazo el comercio global. Por el momento las disputas solo se han cobrado víctimas sobre un 2 por ciento del comercio global, pero una escalada de tensiones, enmarcadas en un conflicto que hasta el momento no parece tener fin, asemeja a una espada que se blande sobre las actividades comerciales de todo el mundo, incluidas las de los protagonistas principales de esta confrontación. La política de América Primera ha arrastrado al mundo hasta un letal remolino en el que no habrá ganadores y en el que habrá muchos ahogados.

Durante la apertura de la Exposición Internacional de Importaciones de China, el presidente Xi Jinping resumió la visión que China alberga y el papel que China quiere que la Organización Mundial de Comercio desempeñe en la construcción de un mundo mejor: “Presenten ideas para reformar el sistema de gobernanza económica mundial, para salvaguardar conjuntamente el libre comercio y el sistema de comercio multilateral, y para trabajar conjuntamente a fin de estimular una economía global abierta que sea innovadora e inclusiva. Juntos vamos a contribuir en nuestros esfuerzos comunes y determinados para construir una comunidad de futuro compartido y para introducir un mejor mañana para la humanidad”.


   Google+