ESPECIAL: Heredera de artesanos de Machu Picchu da vida a objetos tallados en piedra

Por Juan Limachi

LIMA, 22 jun (Xinhua) -- La talladora de piedra peruana, Amelia Villaverde, heredera ancestral de los artesanos de Machu Picchu, da vida a figuras míticas, objetos utilitarios, adornos y utensilios que son apreciados por los peruanos y los turistas que llegan al país andino.

La mujer, de 44 años, explicó que el "amor por las piedras" está vinculado a sus raíces familiares y se encuentra en su sangre por vocación ancestral.

"Tengo muchos años trabajando desde niña en lo que es el tallado de piedra, mis padres tienen su cantera y desde pequeños hemos crecido seleccionando piedras", explicó a Xinhua en su pequeño taller.

Villaverde también rememoró que con los conocimientos adquiridos en su labor de decoradora urbana ha compaginado la tradición familiar con su trabajo profesional.

"Se me ocurrió hacer los platos de piedra cuando estaba trabajando lo que es decoraciones de interiores y exteriores, ahí es donde se me ocurrió hacer un platito con laja (roca caliza) y empecé a hacer más diseños para los restaurante y hoteles que actualmente trabajo", agregó.

La heredera de los artesanos de Machu Picchu también ha logrado una versatilidad en la producción de sus productos, al tallar figuras en piedra con su cincel para adaptarse al mercado.

Resaltó que las ollas, las moledoras de piedra, adornos de caliza, artesanías con motivaciones incaicas han trascendido las fronteras peruanas y han llegado al mercado internacional con pedidos en Europa y otros países latinoamericanos.

La versatilidad en el manejo de la piedra ha permitido a Villaverde trabajar en la creación de otros objetos ornamentales, como marcos para espejos y cuadros.

"Aprovechamos bastante los colores de la piedra, trabajamos con lo que son piedras de cantera, piedras de ríos, por los colores de todos los departamentos del Perú. Todas las piedras nos sirven", sostuvo.

Según la talladora, los materiales para sus obras los busca en los ríos, las orillas de los lagos y del mar, donde cada piedra tiene sus propias características, formas y colores, desde el blanco, negro, gris, ámbar y marfil.

"Por los colores, utilizamos piedras, por ejemplo, de Moquegua (región surandina), que tenemos la piedras verde, entonces hacemos un plato de color verde", comentó.

Destacó que todos los colores de los objetos que hace con sus manos son naturales, por lo tanto estas piedras están moldeadas por la madre naturaleza.

"También hacemos morteros, batanes (moledoras para granos), revalorando los que nuestras abuelitas antes usaban, la 'licuadora de piedra' y también aprovechando las piedras pequeñas hacemos también lo que son cuadros, platos de sopa, de segundo (comida), 'keros' (vasijas), todo lo que se pueda imaginar en piedra", subrayó.

Villaverde precisó que ella se acomoda a los pedidos de sus clientes, quienes requieren artículos de piedra para diversos usos.

"Los diseños los hago de acuerdo al requerimiento de mis clientes, ellos, de repente, me dicen voy hacer una 'causa' (puré) y quieren un plato plano, entonces se lo hago", puntualizó.

Perú es cuna de hábiles talladores de piedra, desde la época de los incas, que dejaron un legado de sus habilidades en el trabajo con este duro material en la ciudad pétrea de Machu Picchu, construida en la cima de una montaña a una altura de 2.430 metros sobre el nivel del mar. Fin