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spanish.china.org.cn | 12. 06. 2019 | Editor:Teresa Zheng Texto

Diálogo con Tai Lihua y la fuerza más allá de la discapacidad

Palabras clave: Tai Lihua, el Grupo Artístico de Personas con Discapacidad de China

Los ensayos del Grupo Artístico de Personas con Discapacidad de China


En 1987, más de 30 artistas discapacitados participaron en el primer Festival de Arte Chino y anunciaron el nacimiento del Grupo Artístico de Personas con Discapacidad de China. En 2002, se convirtió en una compañía profesional de talla nacional y en 2004, Tai Lihua, con solo 28 años, se hizo cargo de su dirección y dedicó cuerpo y alma a este trabajo. Desde los ensayos día a día, las actuaciones dentro y fuera del país, pasando por la educación de corte cultural, hasta la vida cotidiana de los integrantes del grupo, ella maneja personalmente cada detalle.

“Desde su fundación hace 32 años, el Grupo Artístico de Personas con Discapacidad de China ha viajado a más 100 países y regiones del planeta y ha cumplido más de 2000 presentaciones, aclamadas en el exterior.” Para Tai Lihua, los logros de la compañía son reconocidos universalmente, pero no dejarán de avanzar. “En el futuro, queremos seguir creando piezas con espíritu humano. En China, abundan las manifestaciones artísticas y culturas espléndidas, por eso vale la pena tomarse el tiempo y crear buenas obras, contar historias chinas y difundirlas fuera de sus fronteras”.

Dado que no pueden escuchar, para estar en perfecta armonía con la música, estos bailarines necesitan esforzarse mucho más que sus pares dotados con el poder auditivo. Tai Lihua, sorda desde su infancia, sabe lo difícil que es. “Memorizar los movimientos es un gran desafío para los niños sordos. Quienes cuentan con esa capacidad pueden recordar mientras escuchan la música, pero ellos solo pueden dar con el rimo en sus corazones, y luego practicar los pasos. Tenemos un profesor de lenguaje de señas responsable de transmitirles el ritmo. Por ejemplo, las 8 notas débiles y las 8 fuertes, para que puedan grabar la melodía en su memoria. Cuando salen al escenario, los acompañan dos de estos maestros a ambos lados para dirigir sus acciones”.

Al hablar sobre el secreto de la danza, Tai Lihua sonríe, mueve la cabeza y responde: “No hay fórmulas mágicas. Mucha gente piensa que es muy complicado para nosotros los sordos practicarla. De hecho, estamos acostumbrados, la única manera de hacerlo es a través de la repetición constante. No quiero que la gente nos compadezca, sino que vea nuestra actuación y aprecie su belleza”.

Tai Lihua ya colgó las zapatillas, pero como líder de la compañía se dedica a asistir a otros como ella para que hagan realidad sus sueños y les ofrece diferentes maneras de desarrollarse. En sus palabras: “La oportunidad debe darse a más jóvenes”.

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