Francia ajusta 6 meses de protestas de los chalecos amarillos

El movimiento de los chalecos amarillos de Francia ha llegado a los seis meses, pero su 27º sábado consecutivo de protesta fue un aniversario mudo en medio de la tensión por las venideras elecciones europeas.

En noviembre, los observadores especularon que el movimiento no duraría un mes. Seis meses después, los manifestantes siguen tomándose las calles, fin de semana tras fin de semana, en toda Francia.

Masivo en sus inicios, la ola fluorescente de manifestantes, inicialmente nació como una reacción violenta contra una propuesta del aumento del impuesto sobre el combustible, el movimiento recibió su nombre por la indumentaria de seguridad de alta visibilidad que los conductores franceses deben tener obligatoriamente en sus vehículos.

Pero incluso a medida que el clima de marcha mejoró durante la primavera, la asistencia ha disminuido notablemente. La edición número 27 del sábado contó con 15.500 manifestantes en las calles, según el recuento del Ministerio del Interior francés, o 41.000 según los organizadores. Ambas cifras siguen siendo bajas en comparación con los inicios del movimiento. En París, donde los violentos disturbios llegaron a los titulares mundiales durante el invierno, solo 1.600 asistieron a la marcha el sábado, estimó el ministerio.

Parte de las razones por las cuales el movimiento ha perdido algunos adeptos, ha sido una escalada de violencia durante algunos fines de semana en las ciudades francesas. Durante seis meses, la revuelta ha tenido un alto costo humano. Once personas murieron, principalmente en accidentes de tráfico, y 2.448 resultaron heridas, según cifras del Ministerio del Interior publicadas la semana pasada. Los agentes de la ley no se salvaron de lesiones; de acuerdo con las cifras oficiales, 1.797 resultaron heridos, en su mayoría policías y gendarmes, así como varios bomberos.

Ahora habrá que esperar para saber qué rumbo tomará el movimiento a una semana de las elecciones europeas del 26 de mayo, en las que la lista presidencial (La República en Marcha, LREM) encabeza los sondeos, prácticamente empatada en el primer puesto con la extrema derecha, la Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen.