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spanish.china.org.cn | 21. 05. 2019 | Editor:Eva Yu | [A A A] |
Sanciones pecuniarias a las ONG que rescaten a refugiados en el Mediterráneo es la nueva propuesta del controversial ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, quien además sugirió no contar con mediadores internacionales.
Frente a un nutrido grupo en el Duomo de Milán y con un rosario entrelazado en los dedos, Salvini invocó al Corazón de María para ganar las elecciones en el país europeo, un gesto que la Iglesia católica se apresuró a corregir al declarar: "Dios es de todos" y "tomarlo para sí mismo es peligroso".
En otro de sus radicales comentarios, la semana pasada el político rechazó a la ONU, institución con la que no simpatiza por acoger a representantes de Corea del Norte, Turquía y Venezuela, además por haberle recordado a Roma la "Carta de Derechos Humanos".
"En cuestiones de seguridad y felicidad de los italianos deciden los ministros y parlamentarios elegidos por los italianos y no burócratas anónimos que apoyan la migración en masa", respondió el ministro a la organización, sin otorgarle oportunidad al diálogo.
Con la idea de captar al mundo católico, Salvini alabó en el mitin a Juan Pablo II, a Benedicto XVI e incluso a Francisco y reiteró que su "política antiinmigración" es la que salva vidas.
Por último, el ultraderechista y líder de La Liga Norte advirtió a quienes apoyen la inmigración clandestina:"Si un fiscal autoriza un desembarco, iré hasta el fondo", aseveró.