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spanish.china.org.cn | 20. 04. 2019 | Editor: [A A A]

ESPECIAL: Viacrucis de Iztapalapa, el más grande y avasallador teatro de masas de México

Palabras clave: México

Por Carina López

MEXICO, 19 abr (Xinhua) -- México albergó hoy el teatro de masas más grande y avasallador del país, se trata de la representación de la Pasión y Muerte de Cristo que cobró vida este viernes en el popular barrio capitalino de Iztapalapa y en el que participaron más de 5.000 actores mexicanos.

Desde temprana hora, comenzó la caminata por las calles principales del barrio, en un recorrido de unos ocho kilómetros de jóvenes nazarenos que, ataviados con una túnica cargaron cruces de diferentes tamaños y pesos que van desde los 40 hasta los 130 kilogramos.

Más tarde, hombres, jóvenes y niños vestidos de romanos (algunos a pie y otras a caballo) salieron a las calles al igual que personas adultas e incluso ancianas, emulando a los judíos.

Pasado el mediodía, en la plaza principal, Jesús fue presentado a Poncio Pilatos, y una vez sentenciado fue llevado a un cerro para su crucifixión y muerte, como suele suceder cada año.

Según datos históricos, la escenificación de la Semana Santa en este lugar surgió a raíz de una epidemia de cólera que azotó a la población en 1843, habitada entonces por unas 20.000 personas, en su mayoría indígenas.

Por ello, los pobladores de Iztapalapa decidieron realizar esta obra religiosa con la esperanza de que con esta acción se pusiera fin a esta epidemia.

Desde entonces, sólo pueden actuar los habitantes de ocho sectores tradicionales de esta demarcación, reconocida como una de las más católicas, pero también una de las más violentas.

Este es el caso de José Antonio Reyes, un joven de 23 años que representó a Jesús de Nazaret, en el evento más importante del año para los casi dos millones de habitantes de esta localidad, la más poblada de la Ciudad de México y una de las más pobres.

La cruz que cargó Reyes pesaba unos 95 kilos y con ella recorrió unos dos kilómetros desde la plaza central Cuitláhuac hasta el cerro de la Estrella en Iztapalapa.

Reyes, quien estudia el sexto semestre de Ingeniería Geofísica en el Instituto Politécnico Nacional (IPN, universidad), pausó algunas materias para dedicarse por completo a su preparación física y psicológica para la Semana Santa.

Este año, el Comité Organizador (creado en 1993) dio espacio a gente nueva, quien no ha tenido ningún papel en otras representaciones anteriores.

Para Darinka Pineda es su primera participación en esta representación, pues es un sueño que tenía desde niña por ser nativa de Iztapalapa y crecer viendo esta escenificación al lado de su familia.

"Los jóvenes seguimos con esa tradición y la considero una oportunidad para que los habitantes de los barrios de Iztapalapa se reúnan y colaboren como una gran familia", dijo Pineda, quien representó a María.

En tanto, Roberto Guillén, quien tiene a su cargo las diferentes escenografías del viacrucis dijo a Xinhua que el misticismo que refleja esta representación lo ha inspirado para dar lo mejor de sí en cada una de sus obras plásticas.

"Es increíble la sensibilidad que tienen las nuevas generaciones que vienen justo atrás de nosotros es captar toda esa gama de compromisos que tienen esta representación y cargarlas en conjunto, como pueblo que somos con la finalidad de que esta tradición siga adelante", sostuvo.

Los participantes deben memorizar sus diálogos, por lo que utilizaron hasta cuatro o cinco horas en ensayos e invirtieron hasta 120.000 pesos (unos 6.300 dólares) en vestuario, dinero que aportan los familiares de los personajes principales.

De acuerdo con portavoces del Comité Organizador, desde el jueves, cuando comenzó la parte previa de la edición número 176 de la representación, y la culminación de hoy, cerca de dos millones de personas fueron testigos de la celebración en las calles de este barrio.

IZTAPALAPA, EN BUSCA DE UN RECONOCIMIENTO DE CLASE MUNDIAL

En 2012, el Gobierno de la Ciudad de México declaró la Semana Santa de Iztapalapa como Patrimonio Cultural Intangible de esta urbe mexicana, paso previo para solicitar el reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

En este mismo mes, el Comité Organizador reunió todos los requisitos para que la Pasión de Iztapalapa sea declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, designación que ayudaría a atraer más turistas nacionales y extranjeros a este sector de la ciudad.

"Desde este nombramiento, por parte de la Ciudad de México, ha crecido el número de asistentes, y eso ayuda, porque así crece el interés de turistas de otros países a conocerla más", dijo a Xinhua David Caro, quien participa desde hace cinco años como actor en esta celebración.

Si los procedimientos de la solicitud avanzan sin contratiempos, el reconocimiento de la Unesco podría otorgarse en un periodo menor a dos años, según autoridades culturales. Fin

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