Brasil redujo en un 25 % el número de homicidios en el primer bimestre del año

RIO DE JANEIRO, 19 abr (Xinhua) -- Brasil redujo un 25 por ciento el número de asesinatos en los primeros dos meses del año en comparación con el mismo período del año pasado, con un total de 6.856 homicidios, según el informe Monitor de la Violencia, que realiza trimestralmente el portal G1 junto con el Foro Brasileño de Seguridad Pública.

Los datos muestran una reducción de 2.238 homicidios en comparación con los 9.094 asesinatos que hubo en los dos primeros meses de 2018. El informe incluye 26 de los 27 estados de Brasil, ya que el Gobierno regional de Paraná (sur) no divulgó todavía las muertes violentas en el estado en el primer bimestre del año.

Según el informe, el descenso estuvo motivado por una reducción de los homicidios en la región noreste de Brasil. Juntos, tuvieron una disminución de los asesinatos del 34 por ciento, liderados por Ceará, donde el índice cayó un 58 por ciento.

En cuatro estados, la reducción fue superior al 30 por ciento, mientras que en apenas dos (Amazonas y Rondonia, ambos en la región norte), hubo un aumento de las muertes violentas.

"Esperamos que sea una tendencia que se mantenga. En marzo, por los datos provisionales que tenemos, casi todos los estados redujeron los homicidios en comparación con el mismo mes", aseguró a Xinhua el experto del Núcleo de Estudios sobre la Violencia de la Universidad de Sao Paulo, Bruno Manso.

"En cualquier caso, el inicio de 2019 sigue la tónica de 2018, cuando el número de homicidios tuvo la mayor reducción en once años, después de que en 2017, Brasil alcanzara la triste marca de más de 59.000 homicidios, el mayor número registrado por el estado", afirmó Manso.

El experto comentó que "Brasil necesita entender que no existe una nación desarrollada y civilizada mientras tenga estos índices de violencia, ya sea en el interior de las viviendas, contra niños, doméstica, contra la mujer, o la dinámica del crimen o bien las muertes resultantes de operaciones policiales y las bajas de los propios agentes".

Según Manso, 2017 fue un año atípico en Brasil, "con una gran crisis en el sistema penitenciario que acabó trasladándose a las calles con más violencia entre las facciones. Y ello obligó a las autoridades a establecer un tipo de intervención más concentrada y urgente, algo que acabó provocando a largo plazo una reducción de las muertes violentas".

Entre otras medidas, el experto de la USP comentó "la creación del Ministerio de Seguridad Pública, el año pasado, que se convirtió en una herramienta más en la lucha gubernamental contra el crimen organizado. Su llegada se produjo en un contexto de mucha movilización de los estados, presionados por los índices de criminalidad y por el período electoral".

"También hubo un aumento del dinero del Gobierno federal destinado a la lucha contra la violencia, a pesar de la crisis fiscal. Hubo el desbloqueo de 2.800 millones de reales (717 millones de dólares) del Fondo Penitenciario Nacional y un cambio en la ley para que parte de los recursos del fondo fuera utilizado en el área de seguridad, lo que aumenta los recursos federales y regionales para luchar contra el crimen", finalizó Manso. Fin