Emergencia en Chile entre las llamas del sur y las lluvias del norte

La nación suramericana se debate entre las llamas que consumen los campos de la Patagonia chilena (sur del país) y las inundaciones en el Atacama (norte del país) debido a los múltiples desbordamientos.

Esta semana, el país austral ha debido sortear las inclemencias del agua y el fuego. Por una parte, las lluvias amenazan con cortar la producción de los mayores yacimientos de cobre, por otra parte, las llamas siguen consumiendo hectáreas de campos verdes.

Las regiones sureñas del Biobío, La Araucanía y Los Ríos bajo han declarado el "Estado de Excepción Constitucional por Catástrofe", mecanismo que permite destinar recursos económicos y desplegar efectivos militares en la zona para atender la emergencia. Las llamas avanzan por zonas rurales destruyendo a su paso terrenos de gran riqueza para el ecosistema, pero aún lejos de los grandes poblados.

Y si en el sur el fuego no da tregua, en el norte es el agua la que causa estragos. La minera estatal Codelco, la mayor productora global de cobre, hubo de detener de "forma preventiva" a última hora del jueves las operaciones en la gigante mina Chuquicamata y Ministro Hales.

El Atacama es conocido por ser la zona más árida del mundo. Esto significa que sus suelos no están acondicionados para absorber el agua de lluvia y esta corre sobre su superficie. Las autoridades trabajan para contener el desbordamiento del río Loa, el río más largo de Chile y que atraviesa gran parte del desierto de Atacama.

El Presidente de Chile, Sebastián Piñera, anunció la implementación de “un plan de emergencia para que la situación se normalice pronto y los damnificados reciban ayuda”.