Los 10 hoteles más extraños del mundo

Jumbo Stay, Estocolmo, Suecia

¿Quién hubiera creído que dormir dentro de un avión podía ser tan agradable? Por supuesto, el Boeing 747-212B del que estamos hablando jamás sale de la pista de aterrizaje del aeropuerto Arlanda, en Estocolmo. Está dividido en 25 habitaciones que pueden albergar hasta a tres adultos cada una, también tiene un dormitorio de cuatro camas y una suite de lujo en la cabina de pilotaje, en la que los invitados pueden admirar la vista que ofrecen las impresionantes pistas. También hay un café a bordo y un puente de observación sobre el ala izquierda, para aquellos que mueren de ganas de caminar en el ala de un inmenso avión.