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spanish.china.org.cn | 21. 11. 2018 | Editor:Estrella Zhang [A A A]

La fascinación por la comida de la calle en China

Palabras clave: amantes, delicias, comida callejera

Un turista extranjero saborea comida de la vía pública en Suzhou, provincia de Jiangsu, en marzo. 

Howie Southworth y su amigo Greg Matza, dos autores gastronómicos muy populares y amantes del buen comer de Estados Unidos, han probado todo lo que ofrecen las calles de China a lo largo de 20 años. Poco antes de iniciar su travesía, ambos cayeron rendidos con este tipo de delicias.

Para contar su fascinante historia, este dúo dinámico escribió un entretenido texto de cocina llamado“Comida callejera de China”.

"Fue una oportunidad increíble redactar este ejemplar”, señaló Southworth el día de su salida al mercado en el Instituto Confucio de la Universidad George Washington.

Con una variedad de recetas, relatos tradicionales e historia de sus orígenes, conversaciones con cocineros, vendedores y otros entusiasmados por arte culinario que encontraron en el camino, la obra lleva a los lectores por una ruta fuera de los restaurantes directo a las calles de las diferentes regiones del país.

"Escribimos este libro como un homenaje a la gastronomía que pese a cambiar rápidamente lleva enraizada tradiciones muy profundas”, destacó Southworth.

El texto presenta al público 100 diferentes tipos de comida regional de la calle en pequeños platos de los agradables arrozales en Yunnan a los sabores picantes de Sichuan y del paisaje congelado de Harbin a la majestuosa Beijing.

"Nuestro objetivo es compartir un poco de la historia gastronómica así como nuestro vínculo especial con la comida, los vendedores, los cocineros y aquellos tan interesados en el tema como nosotros”, apuntó Southworth en la introducción de la obra. "Las recetas descritas son simples, deliciosas y sin pretension”, destacó.

Los escritores guardan un lugar especial en sus corazones para los alimentos que se ofrecen en las vías públicas de China porque les permiten ser impulsivos y están dirigidos a los cinco sentidos.

"Es lógico que confiemos en nuestros sentidos en vez de en una guía de restaurantes. Además nos encanta cocinar, por eso la comida de la calle nos ayuda a degustar, mirar y conversar con sus protagonistas; lo que sigue es pura diversión”, admitió Southworth.

En su opinion, aun cuando las especialidades regionales chinas han encontrado un camino hacia Estados Unidos en los últimos años, los alimentos de la calle son un factor clave de su culinaria que permanece desligado del mundo occidental.

Según Southworth, el elemento entretenimiento es muy importante en este tipo de alimento. "Un refrigerio de camino a la oficina, un almuerzo rápido y barato o una noche de bocadillo en bocadillo con amigos es lo que ocurre a diario en China”.

"Es una opción más divertida que sentarse alrededor de un mesa de McDonald's. Da en el clavo porque es otro estilo de comer que trata de diversificar la manera como los chinos se alimentan”.

Southworth creció en el seno de un hogar fascinado con la comida. Los recuerdos de su infancia están llenos de aromas de la salsa del domingo y la ocurrente escena de su abuela italiana botándolo de la cocina con un cucharón caliente en la mano, apuntó.

Después de obtener su título en administración educativa en la Universidad de Nueva York en 1996, Southworth se mudó a un pequeño poblado a las afueras de la ciudad de Shenyang en el norte de China para enseñar inglés. La experiencia de un año despertó la pasión de toda una vida por el país y, en especial, por su cocina.

"Me vine a China para comer y solventé ese exquisito hábito con mi trabajo como docente, pero en realidad, la enseñanza fue una manera de pasar el tiempo entre banquetes”, bromeó Southworth al contar su experiencia.

 


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