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spanish.china.org.cn | 22. 10. 2018 | Editor:Estrella Zhang [A A A]

Luna artificial para Chengdu en 2020

Palabras clave: luna artificial, 2020

Un astrónomo observa las estrellas de cara a la súper luna el 27 de septiembre de 2015 en Brighton, Inglaterra. 

El sector espacial de China se prepara para el lanzamiento de la primera luna artificial del mundo a fin de contribuir con la iluminación urbana nocturna, indicó el líder del equipo detrás del proyecto.

El país planea ponerla en órbita sobre Chengdu, capital de la provincia de Sichuan, desde el Centro de Lanzamiento Satelital de Xichang, en 2020. De resultar exitoso el envío, tres más le seguirán en 2022, declaró Wu Chunfeng, jefe de la Sociedad de Ciencias Nueva Área Tian Fu, al Diario del Pueblo en una entrevista exclusiva el jueves.

El objeto tendrá un revestimiento que desviará los rayos de Sol de vuelta hacia la Tierra, al igual que la Luna cuando brilla, afirmó el experto.

En esencia se trata de un satélite de iluminación diseñado para complementar la labor de la Luna en la noche, aunque se estima que será 8 veces más brillante, añadió.

Esto debido a la órbita programada a 500 kilómetros sobre el planeta, mucho más cerca que los 380 000 kilómetros de distancia de la Luna, apuntó Wu.

"Pero esto no es suficiente para aclarar todo el cielo”, acotó. "Su posible brillo para el ojo humano será de cerca de una quinta parte de las luces públicas normales.

La ubicación y potencia del rayo puede cambiar y su cobertura precisa puede fallar en algunas docenas de metros, agregó.

La luna artificial podría reemplazar algunos focos en las zonas urbanas y con ello ahorrar energía.

Wu cree que Chengdu podría gastar 1200 millones de yuanes ($174 millones) menos en electricidad al año si esta ilumina 50 kilómetros cuadrados de la ciudad. En tanto, la luz extra podría servir en las zonas de desastres durante los cortes eléctricos para agilizar las tareas de rescate y alivio, constató el especialista.

Los espejos pueden ajustar el brillo y apagarse completamente de ser requerido. Sin embargo, su intensidad será menor si el cielo está nublado.

"La primera luna será experimental, pero las otras 3 de 2022 serán reales con un gran potencial cívico y comercial”, anotó Wu.

Los tres objetos se turnarán para reflejar la luz del Sol ya que no siempre estarán en la mejor posición con respecto al astro, y juntos podrían aclarar un área de entre 3600 y 6400 kilómetros cuadrados de la Tierra en 24 horas si así se quiere, subrayó.

El científico comentó además que reputadas universidades e institutos, entre ellos el Instituto de Tecnología de Harbin y la Corporación de Ciencia Aeroespacial e Industria de China, han evaluado el proyecto y han aprobado sus ensayos y demostración.

Pese a la luz verde, Wu se apresuró a enumerar algunas críticas a la iniciativa, entre ellas el miedo al perjuicio fisiológico a humanos y animales, para quienes la ausencia de alternancia regular entre día y noche podría perturbar sus patrones de metabolismo, incluido el sueño.

"Llevaremos a cabo nuestros ensayos en zonas desiertas para que los rayos no interfieran con la vida de la gente ni la operación de equipos de observación espacial”, resaltó. "Cuando el satélite esté en operación, las personas solo detectarán una estrella brillante en el horizonte y no una luna gigante”.

No obstante, Wu enfatizó que todavía se necesita más trabajo, tanto en términos de viabilidad científica como en modelos empresariales, para llegar al potencial pleno de las lunas artificiales de China.

Indicó que el país, Rusia, Estados Unidos, Japón y Europa buscan capitalizar en energía espacial y que los espejos reflectores han estado en discusión ya por algún tiempo.

En 1999, Rusia trató de enviar un espejo de 25 metros de diámetro al espacio con el plan “Banner”, el cual buscaba dirigir la luz del Sol hacia ciudades rusas, pero el dispositivo falló en el despegue y el proyecto en su totalidad quedó cancelado debito a temas presupuestarios, según el New York Times.

 

 


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