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spanish.china.org.cn | 16. 10. 2018 | Editor:Eva Yu [A A A]

Reflexiones a un año del #MeToo

Palabras clave: #MeToo

 

A un año del inicio de la campaña #MeToo que desató, como nunca antes, una serie de denuncias de abusos sexuales por el colectivo femenino, las mujeres somos el centro de atención como protagonistas de la historia, pero también como objeto de interrogantes.

No cabe duda que el último año ha mostrado una imagen de las féminas enérgica y activa, en pleno pie de lucha por los derechos sobre su cuerpo y por el reconocimiento a su talento en distintos espacios. Sin embargo, cada país es distinto y mientras en algunos se aboga por el fin de los feminicidios y la legalización del aborto, en otros se juega con necesidades básicas como estudiar o libertad de elegir la ropa a llevar.

No obstante, el trasfondo es el mismo, ser valoradas como personas en el seno de la familia, el trabajo, la sociedad, algo simplemente que nos pertenece por derecho propio, pero a veces el método dista mucho de ser el correcto.

Desde el bando femenino se han alzado algunas voces discordantes como el de la crítica de arte y escritora francesa, Catherine Millet, quien desde sus inicios se opuso al #MeToo y a su equivalente francés #BalanceTonPorc ("denuncia a tu cerdo") por considerar que promovía el puritanismo sexual y la moral victoriana.

Lo rescatable es que según ella detrás de la denuncia indiscriminada hay una mirada patriarcal porque se deja de lado que muchas de las mujeres sometidas siguieron sus propios deseos. Las mujeres tienen derecho a decir que “no” y exigir respeto, pero también a decir que “sí”.

Lo importante de la corriente es que dio voz a un colectivo sumiso y avergonzado, que se decantaba por callar en vez de hablar en voz alta y denunciar ante el mundo el abuso. Lo que viene a continuación es dar con el punto medio, con el equilibrio. Se trata de proteger al débil en un juego de poder y, en ese sentido, las mujeres debemos asumir también el rol que nos toca.

El aniversario no pasó desapercibido para la ex primera dama estadounidense, Michelle Obama, quien recalcó que el #MeToo impulsó muchos cambios pero que la sorprendía todo lo que faltaba aún para lograr un mundo de iguales. Así también se refirió a las molestias causadas por este fenómeno histórico y las describió como una consecuencia inevitable en medio de una revolución. "Las mujeres no tenemos por qué pedir perdón", constató, "lamento que se sientan incómodos, pero estoy cimentando el camino para la próxima generación".


 


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