​Las alianzas de Occidente no son otra cosa que reminiscencias de la Guerra Fría

El presidente Trump y otros líderes del G7

Especialistas en relaciones internacionales ven con preocupación la creación de un lugar peligroso por parte de Estados Unidos con Donald Trump al mando. En el The New York Times, 35 académicos del campo firmaron una manifestación titulada “¿Por qué debemos preservar las instituciones y el orden internacional?” (una posterior petición en línea titulada “Conservando alianzas"), en la que exhortaban a otros expertos del ámbito a defender el sistema de alianzas liderado por Washington, pero a ignorar aquellas, como la Organización del Tratado del Atlántico Norte u OTAN, reminiscencias de la Guerra Fría, las cuales deben ser desechadas en el tacho de la historia.

Los firmantes cuestionan que el mundo post Segunda Guerra Mundial, definido en gran parte por el sistema de alianzas militares y políticas de Occidente, ofrece beneficios importantes para Estados Unidos y sus aliados, y advierten que la insensatez de Trump supone una amenaza a su seguridad y prosperidad en el futuro.

Asimismo, el documento indicó que Trump está demoliendo uniones estratégicas que minan su influencia, pero aceptan que el sistema internacional necesita un cambio. “Debemos reformar y no destruir el sistema que ha servido a Estados Unidos y a sus aliados por más de 7 décadas”, subrayó. “El orden global requiere sin duda de grandes transformaciones”, añadió.

Alegó que las instituciones, las reglas que gobiernan la cooperación, son más difíciles de establecer que de echar por la borda. “Casi nadie obtiene algo positivo del caos de un mundo sin instituciones efectivas que alienten y organicen la suma de esfuerzos”, resaltó la nota.

Ciertamente, es más fácil socavar la confianza y la cooperación entre países y regiones que construir asociaciones y agencias de coordinación. Por ejemplo el Acuerdo de París. Por primera vez en la historia, casi todo el mundo se unió para combatir el cambio climático. Fue un convenio histórico que tomó años negociar y un gran logro de la política internacional, y el mundo miró con horror e indignación el maltrato estadounidense.

Los ataques de Trump al multilateralismo son realmente osados y las naciones deben hacer frente a sus intentos de acabar con él y debilitar la cooperación. No solo se retiró del Acuerdo de París, sino que abandonó el pacto nuclear con Irán, entre otras cosas, además sus políticas comerciales ponen en riesgo a la economía global. Un desprecio total por los mecanismos y principios del multilateralismo, recogidos por el orden internacional de las Naciones Unidas, no mantendrá al planeta seguro o creará un futuro próspero para todos.

No obstante, el desdeño de Trump, o al menos su inquietud sobre si vale la pena preserva el sistema de alianzas liderado por su país, rezago de la Guerra Fría, es un desarrollo positivo, porque pone en consideración la necesidad de reformar el sistema internacional. Debemos ir más allá de teorías tradicionales y construir a partir de los propósitos y principios consagrados en la Carta de la ONU en aras de un mundo que sea un mejor lugar para todos los países y no solo para Estados Unidos.

Mantener las alianzas no es la mejor forma de incentivar y cooperar con otros países y regiones. Lo que se requiere es un nuevo tipo de relaciones internacionales que refleje los intereses de todos y que valore las asociaciones sobre las alianzas y la cooperación de mutuo beneficio sobre la competencia suma cero.