Leonardo da Vinci y su primera obra pictórica

El especialista en Leonardo da Vinci, Ernesto Solari, presentó el jueves en Roma lo que sería la primera obra pictórica del maestro, un Arcángel Gabriel de abril de 1471 y que, incluso, podría ser su primer autorretrato.

En la sede de la asociación de corresponsales en la capital italiana, el experto destacó la labor realizada para probar la autenticidad de la obra y la importancia del descubrimiento para completar la carrera de este genio del Renacimiento.

La pieza, un azulejo en terracota esmaltada de 20x20 centímetros y 1,2 de ancho, revela al mensajero de Dios con alas de pavo real, una aureola dorada, y una expresión realista en extremo.

En un extenso estudio de 6000 páginas, Solari, quien ya ha verificado la veracidad de otras obras de Leonardo, da fe de este trabajo tras 3 años de investigación en coordinación con dos laboratorios italianos diferentes.

La grafóloga, Ivana Rosa Bonfantino, confirmó que “todos los escritos presentes en el Arcángel Gabriel son atribuibles a un joven Leonardo”. Sin embargo, el rasgo principal yace en la firma del pintor. Gracias a rayos infrarrojos se ha identificado un escrito de 2,6 centímetros que se asemejaría a “Da Vinci lionardo” de izquierda a derecha, junto a la fecha, 1471.

El historiado de arte considera que es lógico pensar que una persona obsesionada con pasar a la eternidad, quisiera verse a sí mismo como dicha figura. “Es muy probable que sea el primer autorretrato en absoluto de Da Vinci”, aseguró comparándolo con el primero conocido hasta ahora, uno de los personajes de La Adoración de los Magos, de 1481. Por aquel entonces, Da Vinci tenía entre 18 y 10 años y habría elaborado el azulejo en la tejería de su abuelo, en la localidad Toscana de Baccheretto, donde vivió desde los 2 hasta su adolescencia, cuando ingresó en la escuela de Verrocchio.

Los propietarios de la obra pertenecen a la familia noble de los Fenice di Ravello y cuentan con ella desde 1499, tras su donación por la duquesa de Amalfi Juana de Aragón. Esta dama, quien murió asesinada en 1510 por orden de su hermano, el cardenal Luis de Aragón, es uno de los misterios del maestro renacentista ya que según los expertos hay teorías que la identifican como La Gioconda..

Durante la repartición de una herencia hace tres años, los descendientes de los Fenice contactaron a Solari y Bonfantino ante la posibilidad de que el azulejo hubiera pertenecido a Leonardo.

Por el momento, se exhibirá una copia del mismo, mientras el original es custodiado hasta encontrar a un comprador que Solari espera sea algún gran museo italiano.