La nueva frontera corporativa

Para el sector privado en China, el comercio aeroespacial es uno de los nuevos grandes temas.

Incursiones de empresas privadas en el espacio y los satélites anuncian una nueva era en el desarrollo económico y fortalecen B&R

Cada vez más empresas privadas están alimentando los esfuerzos de China por aprovechar el espacio exterior para el desarrollo global y el progreso en todo el planeta.

Wu Yanhua, subdirector de la Administración Nacional Espacial de China, afirmó que la industria aeroespacial comercial se ha convertido en un nuevo punto de canalización de la economía global y la industria se está expandiendo a un ritmo sin precedentes.

Para el sector privado en China, la industria aeroespacial comercial es uno de los sigueintes grandes temas. Tal es el caso de Commsat Technology Development Co Ltd,.

Para el año 2021, la compañía con sede en Beijing lanzará hasta 72 satélites comerciales de baja órbita terrestre por un valor de alrededor de 2.160 millones de yuanes ($ 338 millones), que formarán una constelación de recopilación de datos en tiempo real. 

Diferentes industrias, incluyendo las de maquinaria pesada y logística, se beneficiarán, señalaron funcionarios de Commsat.

"Los satélites se utilizarán para proporcionar el servicio de compilación de datos para el oleoducto en Asia Central, y los sectores de transporte de contenedores y construcción de infraestructura en África", declaró Xie Tao, gerente general de Commsat.

La inversión de Commsat es solo un ejemplo. Lo que comenzó como un pequeño cauldal de capital privado que fluía hacia el espacio no hace mucho se está convirtiendo ahora en un caudaloso río de medios.

Dicho río atravesará países y regiones involucrados en la Iniciativa de la Franja y la Ruta liderada por China, apuntalando proyectos e industrias de logística, envío de contenedores y otros.

El impulso actual comenzó en 2016, cuando el Consejo de Estado publicó un libro blanco sobre las perspectivas de la industria. Desde entonces, el gobierno ha estado instando a los inversores privados a ingresar al sector aeroespacial comercial. La idea es permitirles operar satélites, participar en investigaciones aeroespaciales y construir infraestructura espacial.

Esto constituye un contraste con respecto al pasado cuando la industria se centraba en la defensa. Los satélites militares tenían limitado uso comercial. El gobierno chino ha impulsado la integración de los sectores aeroespaciales militares y civiles. En respuesta, la industria espacial de China ha desarrollado gradualmente más tecnologías comerciales, productos y servicios.

Commsat reveló que planea lanzar sus 72 satélites en seis órbitas diferentes, a unos 700 kilómetros sobre la tierra. Cada satélite pesará más de 100 kilogramos y tendrán una vida útil de cinco a siete años.

Algunos de los satélites cubrirán el trazado de la Franja y la Ruta, fortaleciendo la cobertura en telecomunicaciones y la recopilación de datos de la industria, apuntó Xie, de Commsat.

"La mayoría de estos lugares no cuentan con Internet y los satélites de baja órbita terrestre nos darán una mano con las telecomunicaciones. Los usuarios podrían compartir información o mantener su confidencialidad, dependiendo de sus preferencias".

En la primera mitad de 2019, la compañía lanzará cuatro satélites, utilizando un cohete comercial especialmente diseñado. Este proyecto iniciará las aplicaciones comerciales de Internet de Commsat. En la segunda mitad del mismo año, Commsat lanzará otros ocho satélites.

Todos estos proyectos están siendo financiados por inversores entusiastas que prevén ingresos atractivos en el futuro.

Fundada en 2015, Commsat recibió más de 100 millones de yuanes ($ 15,6 millones) en su primera ronda de financiación y lanzó su primer satélite en 2017.

El costo de Investigación y Desarrollo de un satélite del proyecto el internet de las cosas es de alrededor de 10 millones de yuanes. Combinado con el lanzamiento, las operaciones, el mantenimiento y el monitoreo, los costos totales serían de alrededor de 30 millones de yuanes, según las proyecciones de Commsat.

Las compañías en el negocio de servicios satelitales ven flujos de ingresos en productos finales y servicios de comunicación.

En servicios de comunicación, un satélite puede trabajar para 100.000 terminales o estaciones de trabajo en tierra. Cada terminal podría generar 300 yuanes en gastos anuales; para un total de 30 millones de yuanes al año, lo que ayuda a compensar los costos, explicó la compañía. 

Los productos finales, como soluciones personalizadas y terminales, pueden generar más ingresos. 

La constelación de satélites dedicada al proyecto El Internet de las cosas prestará servicios a una serie de sectores como el logístico, transporte, maquinaria pesada, activos fijos, agricultura, silvicultura, ganadería y pesca.

Los servicios de comunicación en tiempo real para áreas sin cobertura de Internet podrían ser otra fuente de ingresos.

Con el fin de que todas estas posibilidades teóricas sean una realidad, Commsat ha firmado acuerdos de cooperación con varias empresas nacionales como Sany Heavy Industry Co Ltd, China International Marine Containers (Group) Ltd y CITIC Dicastal Co Ltd.

Commsat proporcionará servicio de datos a campos como la maquinaria de ingeniería, los contenedores y la logística para las empresas mencionadas anteriormente.

Xie aseguró que el sector de la constelación espacial brindará los servicios directamente relacionados con los consumidores. Por lo tanto, el énfasis está sobre la innovación y las operaciones.

Las ventajas de la industria aeroespacial tradicional son su tecnología y su gran tamaño.

Sin embargo, la industria aeroespacial comercial se nutre de nuevas ideas y la rápida toma de decisiones, apuntó 

"El cambio de terminales y servicios demanda costos elevados, largo tiempo y un proceso complicado, por lo tanto, las empresas que toman la iniciativa para ganar el reconocimiento de los usuarios primero obtendrán una gran ventaja", aseveró.

"Las empresas que tomen decisiones más rápido serán las ganadoras. Los recursos de la órbita terrestre baja son limitados, y la cantidad de satélites que se pueden acomodar no es muy alta. Todos deben seguir el principio del movimiento preventivo.

"Las empresas que no están familiarizadas con el sector aeroespacial, o aquellas que comenzaron tarde con una frecuencia de lanzamiento lento, pueden no ser capaces de alcanzar la frecuencia correcta y los recursos de la órbita".

No es que el sector privado esté acaparando todas las oportunidades aeroespaciales comerciales existentes. La Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China comenzará a lanzar su primer grupo de satélites para lo que se llama la constelación Hongyan, y la meta es que alcance más de 300 satélites de órbita terrestre baja.

Actualmente, existen al menos 17 programas de constelaciones de órbita terrestre baja que consisten en más de 100 satélites en funcionamiento. A diferencia de los satélites geoestacionarios de órbita terrestre, que se encuentran a unos 36.000 kilómetros sobre la tierra y se utilizan principalmente para teléfonos móviles y sistemas de posicionamiento global o aplicaciones de GPS, los satélites de órbita terrestre baja trabajarán para las industrias con menos demanda intensiva de información.

Dylan Taylor, socio fundador de Space Angels, una red global de inversionistas y empresarios aeroespaciales comerciales, destacó que el espacio es una de las industrias más atractivas con un potencial de crecimiento significativo, y los inversionistas pueden alcanzar el éxito en áreas como cohetes de lanzamiento de satélites y observación terrestre.

Estados Unidos representa casi la mitad de los ingresos totales generados por el mercado mundial de lanzamiento de satélites comerciales. El cual es impulsado en gran medida por el fabricante aeroespacial estadounidense SpaceX.

Los analistas afirman que SpaceX y el fabricante aeroespacial europeo Arianespace han creado efectivamente un duopolio en el negocio espacial relacionado con satélites. No obstante, esto podría cambiar tarde o temprano, ya que se espera que las empresas chinas asuman el desafío.