España recibe la embarcación varada en el Mediterráneo con 629 migrantes

El nuevo presidente de España, Pedro Sánchez, ordenó a las autoridades portuarias de Valencia que permitan atracar y dar entrada al barco Aquarius, de la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) y en el que hay 629 ciudadanos africanos que fueron rescatados en alta mar.

Después de ser rechazados en Malta y en Italia, el barco ahora deberá zarpar rumbo a España; un viaje de tres días para el que cuentan con provisión apenas para 24 horas.

“Es nuestra obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria y ofrecer un puerto seguro a estas personas, cumpliendo de esta manera con las obligaciones del Derecho Internacional”, señaló el mandatario español en una nota pública..

En la embarcación se encuentran mujeres y niños también que provienen de diversas zonas de África tocadas por conflictos internos. Lo cual no fue suficiente para conmover al también nuevo gobierno italiano; una coalición del Movimiento Cinco Estrellas y la ultraderechista Liga del Norte que decidió cerrar sus fronteras y no dejar entrar la embarcación.

El problema ahora se centra en que, a pesar de la oferta del gobierno español, el capitán, Oleksandr Kuzmichov y el coordinador jefe de rescate del buque, Nicola Stalla, informaron que “en las circunstancias actuales no podemos ir a España porque es poner en riesgo el barco, a la tripulación y a las personas rescatadas”.

Solo en el año 2017 se calcula que murieron 3.200 personas en su intento por alcanzar Europa vía marítima. Según los datos de la Organización Internacional para las Migraciones, el año pasado 168 mil 314 migrantes y refugiados entraron a Europa por mar. El 70 por ciento de ellos llegaron por Italia, mientras que el resto lo hicieron por España, Grecia y Chipre.