Los guardias gurkhas son originarios de Nepal y actualmente se componen de unas 1.800 unidades organizados en seis compañías. Estos temibles guerreros son un legado colonial británico, que culminó a mediados del Siglo XX. Desde entonces los gurkhas han prestado un servicio de protección a Singapur. Los guardias gurkhas son reclutados por la Policía de Singapur en las montañas del Himalaya en Nepal cuando tienen entre 18 y 19 años y prestan servicio hasta los 45, luego enviados de vuelta a Nepal. Los gurkhas pueden formar su propia familia, pero no pueden casarse con mujeres locales ni traer hasta Singapur a sus familiares.