Museo comparte la historia de la familia con extraños

 

Artículos cotidianos y electrodomésticos antiguos ubicados para su exhibición en el Museo de la Familia Yuan Yuxiao en Yichang, provincia de Hubei.

 

Un curador fundó una exhibición para conservar vivos los recuerdos a través de las generaciones

“Mi abuelo solía pedir limosna con un cuenco en la década de 1940 durante los tiempos difíciles, y este computador portátil lo utilizó mi hija alguna vez,” relata Yuan Yuxiao, curador del museo de la familia que él mismo fundó, mientras describe cada artículo en detalle. 

El Museo de la Familia Yuan Yuxiao, ubicado en el banco sur del Río Yangtze en Yichang, provincia de Hubei, fue el primer museo que tuvo a la familia como tema central, y comenzó sus preparativos en 2008. Recibe el nombre de su fundador, quien ha invertido desde entonces 10 millones de yuanes ($1,6 millones) en él. 

El museo, de un área de 20.000 metros cuadrados, fue abierto al público en 2011 y le ha dado la bienvenida a más de 700.000 visitantes hasta la fecha. 

Los más de 30.000 artículos almacenados en el museo se dividen en 50 categorías y son tan variados como desde un telar hasta un iPhone al igual que algunos vestidos llamativos. Sin embargo, solamente 10.000 artículos están disponibles para el público durante una visita. 

“Toma mucho tiempo preparar estos artículos. He pasado años aprendiendo a diligenciar documentos y técnicas de disposición de artículos,” el excomerciante de mercado inmobiliario de 56 años afirma. “No es solamente una bodega de artículos que utilizó mi familia, cada uno de ellos cuenta una historia que brinda una imagen vívida de objetos que honran la memoria del tiempo.” 

La costumbre de coleccionar objetos usados comenzó con su abuelo, de quien se burlaban por su analfabetismo en la década de 1930. Así que el abuelo decidió que haría todo lo que fuera necesario para educar a sus hijos. Los objetos en desuso deben conservarse para registrar los cambios de la familia mientras se le permite a las nuevas generaciones recordar la humillación a la que fue sometida por años la familia. 

“Para otras personas, estos objetos no son más que basura, pero para mi familia son tesoros y demuestran nuestro amor mutuo en el transcurso del tiempo,” asegura Yuan. 

“Todavía recuerdo que los vecinos llamaban a mi padre carroñero cuando yo era joven. Para esa época yo no lo entendía a él, me parecía que lo que hacía era excéntrico.