La escasez de estatuas de mujeres

Se encuentran en todas partes, en diferentes materiales, en toda clase de posiciones y en todo tipo de conmemoraciones. Sin embargo, el genero es el único factor predominante.

El desbalance en ciudades como Barcelona llega hasta la alarmante diferencia de 168 estatuas de hombres por sólo 14 de mujeres, algunas personajes de ficción, denuncia María Isabel Gascón, presidenta del Grup d’Història de les Dones que fan Història, entidad que, como su nombre indica, se dedica a rescatar la biografía, muchas veces silenciada, del género femenino.

La cifra acentúa una ya marcada desigualdad histórica y social a la que se han visto expuesta las mujeres pues no se trata solo de un caso aislado en una ciudad, en la lista entran Reino Unido con 158 estatuas de mujeres, de las 925 que hay en total según la Asociación de Monumentos y Esculturas Públicos (PMSA, por sus siglas en inglés). Más triste todavía si se tiene en cuenta que, de estas 158 estatuas, la gran mayoría son miembros de la familia real (sólo 19 son de la reina Victoria), de la Virgen María (que tiene 14) o de personajes míticos y alegóricos.

Las voces en Reino Unido se han levantado contra esta tendencia. No es que la historia haya sido solo escrita por hombres, es que incluso las estatuas representan otro elemento de dominación del patriarcado, señalan algunos sectores de la sociedad.

En abril de este mismo 2018 se construyó la primera efigie de una mujer en la plaza del Parlamento británico. La homenajeada fue la líder del movimiento sufragista Millicent Fawcett (1847-1929). Hasta la fecha, los gobernantes británicos parece que no habían considerado oportuno poner nombre a ninguna figura de su talla.

En Estados Unidos, de las 5.193 estatuas públicas que representan figuras históricas a lo largo del país, solamente 394 son de mujeres.

En la Ciudad de Nueva York,existen solamente cinco ejemplares. De estos cinco la más famosa es la Estatua de la Libertad, nuevamente un personaje ficticio, las demás son las de: Juana de Arco, Golda Meir, Gertrude Stein, Eleanor Roosevelt y Harriet Tubman.

El colectivo Where Are The Women? (¿Dónde están las mujeres?) ya se encuentra manos a la obra para revertir esta situación y que por lo menos dos famosas activistas de los derechos de la mujer como Susan B. Anthony y Elizabeth Cady Stanton tengan el monumento que merecen en Central Park.

“Que no se hayan homenajeado hasta ahora, no quiere decir que no formen parte de la historia. Debemos darles la importancia que merecen, aunque lo hagamos varios siglos después”, concluye María Isabel Gascón.