Los viajes de inspección de Xi Jinping en la víspera de la Fiesta de la Primavera: La inseparable relacion de Xi Jinping con el pueblo

Por Jorge Fernández

Cada año, en la víspera del Año Nuevo Lunar de China, los chinos de todas las esferas de la sociedad reciben a un visitante distinguido. Ya sea en sus casas, en sus aldeas o en sus lugares de trabajo, el presidente de China, Xi Jinping, visita lugares conocidos y recónditos, en donde comparte experiencias, ideas e incluso alimentos con sus anfitriones.

Son los viajes que el mandatario hace a las organizaciones de base para inspeccionar los trabajos emprendidos, los problemas que aquejan a la población y la eficiencia de las políticas desplegadas, no sin dejar de mencionar la oportunidad que el mandatario aprovecha para extender calurosas felicitaciones y buenos deseos por el año que está por comenzar.

En febrero de 2013, a escasas semanas de ser elegido presidente del país, el secretario general del Partido Comunista de China visitó la localidad de Yuangudui, distrito de Weiyuan, en la provincia de Gansu, y habló con los residentes locales en la vivienda de un antiguo miembro del partido, Ma Gang. "El Partido y el Gobierno les brindarán de seguro más apoyo y ayuda. Trabajaremos arduamente juntos para que sus vidas sean mejores y puedan salir de la pobreza”, apuntó.

En enero de 2014, el presidente de China emprendió un viaje a la Región Autónoma de Mongolia Interior, en donde experimentó en carne propia la crudeza de las bajas temperaturas y las necesidades de la población local. En la Liga Xilin Gol, Xi Jinping, cobijado bajo el techo de una familia de pastores, atestiguó la mejora en los niveles de vida de las familias mongolas, y conoció de viva voz sus dificultades para el abastecimiento eléctrico y de transporte. Una instantánea del presidente en la que el presidente saluda a personal de una base fronteriza le dio la vuelta al mundo. La opinión pública celebró al interés del mandatario de extender personalmente sus saludos de año nuevo a soldados emplazados en un lugar en el que la temperatura es de menos 30 grados centígrados.

En febrero de 2015, un grupo de residentes de Liangjiahe, en la noroccidental provincia china de Shaanxi, acudió a las puertas del poblado para recibir a Xi Jinping. La aldea fue hogar del ahora mandatario chino hace 49 años, y en ella trabajó la tierra y participó en la construcción de diques. Hoy este sitio cuenta con agua entubada y banda ancha, además de un ingreso percápita de mil 560 dólares.

El compromiso de Xi Jinping hacia las viejas zonas revolucionarias se reafirmó a inicios de febrero de 2016, durante un viaje de inspección por la provincia de Jiangxi. El mandatario chino ayudó a los pobladores de Shenshan, en la ciudad de Jinggangshan, a preparar la masa para el “ciba”, un bocadillo hecho de arroz glutinoso, degustado por los lugareños durante las celebraciones por la Fiesta de la Primavera.

En enero de 2017, una foto del presidente Xi Jinping en la que saludaba a deportistas en Zhangjiakou, provincia de Hebei, se hizo viral en todo el mundo. El presidente chino visitó en vísperas del año nuevo lunar 2017 la ciudad que albergará los Juegos Olímpicos de Invierno 2022. Ahí Xi Jinping supervisó los trabajos preliminares que permitirán a la ciudad ser cónclave, junto con Beijing, de la cita olímpica invernal. El mandatario inspeccionó también el distrito de Zhangbei, en Zhangjiakou, cuyos poblados han sido azotados por la pobreza. Ahí el mandatario aprovechó la oportunidad para enfatizar que en la lucha para erradicar la pobreza, la precisión en los golpes asestados resulta fundamental para acabar de raíz con este mal.

La víspera del año nuevo lunar 2018 resultó especial toda vez que el mandatario visitó las viviendas de aldeanos pobres de la etnia Yi en lo profundo de las montañas Daliang del distrito de Zhaojue, en la provincia de Sichuan, suroeste de China, y preguntó a los pobladores acerca de sus vidas y discutió el tema del alivio de la pobreza con ellos y funcionarios locales.

A lo largo de los años, Xi Jinping ha evidenciado una cercanía con el pueblo chino, y una comprensión cabal de sus alegrías y preocupaciones. En vísperas de la celebración de la Fiesta de la Primavera, los viajes de inspección que emprende el mandatario a todos los rincones del país dan muestra de que él conoce bien en qué etapa de desarrollo se encuentra el país, qué capacidad tiene para fortalecerse y el espíritu que prevalece en la nación china.