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spanish.china.org.cn | 25. 05. 2018 | Editor:Eva Yu [A A A]

Información veraz con respecto a la vacuna contra el VPH

Palabras clave: Vacuna contra el VPH

 

China aprobó una nueva vacuna del síndrome de papiloma humano o VPH que combate 9 cepas del virus, principal causa del cáncer cervical, segunda enfermedad más común después del cáncer de mama entre las mujeres de 15 a 44 años en el país.

Pese a una clara prohibición de publicidad de la droga a nivel nacional, carteles informativos han aparecido en varios vecindarios de Beiijing y muchas clínicas han señalado su desabastecimiento.

Parece que la mayoría ha recibido con beneplácito la tan esperada luz verde, tanto que la prensa le ha dedicado titulares como la más importante arma contra la infección y por lo tanto contra el cáncer.

Sin embargo, su cobertura no ha sido completa, el medicamento no es necesario para todas las mujeres y conlleva una serie de secuelas negativas.

Ciertamente, muchos de los reportes han llevado a la confusión. En un video muy compartido en las redes, el medio digital Thepaper entrevistó a algunos pacientes de dicho mal. Con la protección de su identidad, asoció la propagación del virus con las relaciones fuera del matrimonio y sugirió que la vacuna podía prevenir el VPH.

Esto es alarmante, porque tal mensaje podría derivar en que solo aquellos con vínculos extramaritales están en riesgo y que la vacuna los libra de contagiarse.

Es cierto que la droga puede proteger a las mujeres de algunas cepas del mal, pero es solo parte de la historia. Por lo tanto, los medios de comunicación, como voces públicas de una educación sanitaria adecuada, están en la obligación de presentar a sus lectores y espectadores el marco general.

Según la Organización Mundial de la Salud, las infecciones por VPH no son extrañas ni discriminan, cerca del 80 % de las pacientes sexualmente activas pueden adquirirlas, pero solo ciertas cepas pueden generar cáncer cervical.

Estados Unidos aprobó la vacuna en 2006, cuando la tasa de este tipo de cáncer había paulatinamente bajado a lo largo de varias décadas, en gran parte debido a la toma de conciencia por la población y a los chequeos rutinarios. Solo las infecciones repetitivas quedaron sin tratamiento por, digamos, 10 años y dieron lugar a la dolencia cancerígena. Es así que la vacuna no es obligatoria puesto que las féminas tienen acceso a dichas pruebas. Si el virus es detectado, puede ser tratado con éxito en 3 o 4 semanas. Incluso una persona que haya recibido la droga puede seguir sometiéndose a chequeos ya que la vacuna puede, a veces, fallar en la protección deseada. Además está el riesgo de los efectos secundarios. Japón suspendió su programa nacional por una serie de reacciones adversas, entre ellas convulsiones, ceguera y parálisis, y existen informes similares de estos síntomas en otros países.

Las autoridades sanitarias deben cooperar con sus pares en otras partes del mundo para determinar los riesgos. En tanto, el público tiene el derecho de estar bien informado acerca de este mal y las consecuencias asociadas con la vacuna. Es responsabilidad de la prensa difundir los hechos dejando de lado los intereses comerciales que puedan comprometer una apropiada educación sanitaria y decisiones médicas pertinentes.


 


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