Piloto logra aterrizaje de emergencia tras desperfecto en avión comercial

El vuelo 3U8633 de Aerolíneas Sichuan se prepara para aterrizar el lunes en Chengdu con un parabrisas dañado. 

La heroica acción del capitán Liu Chuanjian en momentos en que el parabrisas explotó el lunes, con la casi expulsión de su copiloto del Airbus A319, le ha merecido el elogio de sus colegas e internautas al salvar de esta manera la vida de más de 100 personas a bordo.

Liu había nivelado la nave a una altitud de 32 000 pies cuando un estruendoso sonido irrumpió en cabina. Miró al frente y vio que el lado derecho del vidrio delantero se había desprendido.

"No hubo señal de alerta. De pronto, la luna se rajó y provocó un ruido muy fuerte. Después vi como mi copiloto era succionado en parte por la ventana”, declaró Liu al Diario Económico Chengdu después de bajar el avión de emergencia con 119 pasajeros sanos y salvos.

"Todo en la cabina flotaba en el aire. La mayor parte del equipo no funcionaba y no podía escuchar la radio. La máquina temblaba tanto que no me dejaba ver los indicadores”, relató.

China Daily trató de comunicarse con Liu vía su celular el lunes por la noche pero no hubo éxito.

El vuelo 3U8633 de Aerolíneas Sichuan despegó según lo programado a las 6:26 am del Aeropuerto Internacional Jiangbei en Chongqing, en el sur de China, con destino a Lhasa, capital de la región autónoma del Tíbet, con hora de llegada a las 9:05 am.

El parabrisas se rompió al promediar las 7 am, 100 kilómetros después de iniciado el viaje. La nave, que viajaba a una velocidad de 800 a 900 k/hr, se fue de picada por al menos 6 segundos, de acuerdo con el diario.

La tripulación de cabina se encontraba repartiendo los desayunos cuando la máquina dio el brusco giro.

Uno de los pasajeros, Zeng Jun, describió la escena en una entrevista con el mencionado medio: "fue escalofriante y muy peligroso". La gente gritaba, mientras que las maletas y las bandejas volaban por doquier, contó.

Recordó que tomó una de las máscaras de oxígeno que cayó del compartimento superior mientras que una aeromoza repetía que confiaran en la tripulación. "Cuando finalmente tocamos tierra, algunas de las mujeres estaban desconsoladas”, agregó.

El copiloto que había salido disparado, pudo ser arrastrado de vuelta y sujetado a su silla; sufrió un corte en el rostro y una torcedura en la muñeca y otro empleado presentó lesiones, informó la Administración de Aviación Civil de la región suroccidental de China.

Liu, quien se unió a la plana de la compañía aérea después de abandonar el ejército en 2006, pudo controlar el avión rápidamente y lo llevó a tierra en el Aeropuerto Internacional Shuangliu en Chengdu a las 7:46 am, más o menos 45 minutos después del desperfecto.

Tras aterrizar, la mayor parte de los viajeros fueron trasladados a otro vuelo rumbo a Lhasa, pero 2 de ellos fueron trasladados al hospital, uno con un esguince y otro con moretones, reportó la Televisión Central de China.

La Administración Regional de Aviación Civil apuntó que la tripulación manejó la situación de la mejor manera.

Más tarde, Liu manifestó que el accidente le recordó un episodio similar con British Airways en 1990, cuando un parabrisas se separó de su marco, el capitán salió expulsado del avión y quedó pegado a la ventana por 20 minutos, el copiloto logró aterrizar la nave.

Li Xiaohu, jeve de seguridad del organismo acotó que se ha abierto una investigación en torno a la falla.

Zhang Wei, miembro del consejo de la Sociedad de Aeronáutica y Astronáutica de China, anotó que algo así pudo haber dañado la estructura del avión e incapacitarlo para volar, lo cual hubiera sido desastroso.

"La ventana rota en la cabina provocó una pérdida de presión lo cual derivó en la falta de aire y en la liberación de las máscaras de oxígeno”, añadió.

El parabrisas delantero es una parte muy importante de la nave y es el vidrio más resistente de toda la máquina. Consiste en varias capas y es muy difícil de romper. El incidente es muy extraño y solo las pesquisas darán con una explicación, concluyó Zhang.