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spanish.china.org.cn | 15. 05. 2018 | Editor:Elena Yang [A A A]

Las barreras arancelarias no llevarán a ninguna parte

Palabras clave: EEUU, China, comercio, barreras arancelarias


 

La amenaza de una verdadera guerra comercial entre China y Estados Unidos podría haber reculado gracias a los recientes diálogos comerciales sino-estadounidenses. Sin embargo, muchos todavían temen que China podría sufrir un mayor golpe en caso de que en verdad comenzara una guerra debido a que esta depende mucho de los Estados Unidos para mantener su enorme operación de exportaciones funcionando. 

Los hechos dicen otra cosa. A pesar de que China exporta más productos a EE.UU. de lo que EE.UU. exporta a China, no existe una razón por la cual Washington saliera ganador en caso de una guerra comercial. Dado que muchas compañías estadounidenses podrían perder acceso al mercado y los productos chinos en caso de una guerra comercial, los ciudadanos estadounidenses en general tendrían no solamente que pagar más por los productos de los consumidores, sino que también deberían reponer los recortes o perder sus trabajos. 

Peor aún, dado que los granjeros en Estados Unidos estarían atrapados en medio de una guerra comercial, su producción agrícula exportada a China podría ser uno de los principales objetivos de retaliación de Beijing. A pesar de que Trump afirma que las guerras comerciales son “buenas y fáciles de ganar” –lo cual fue de inmediato criticado por muchos estadounidenses- los Estados Unidos sufrirían grandes pérdidas en una guerra comercial. De hecho, las retaliaciones de toma y dame no serían beneficiosas ni para Estados Unidos ni para China. 

Además, la guerra comercial tendría un efecto perjudicial no solamente para Estados Unidos y China, sino también para el comercio global y por ende para la economía mundial. Las barreras arancelarias retrasarían el crecimiento del PIB en ambos países, lo cual ralentizaría la economía global incluso antes de haberse recuperado por completo del impacto de la crisis financiera global. 

China no sería la única economía afectada por las barreras arancelarias de EE.UU., ya que una amplia red de cadenas de valor que aprovisiona de diferentes materiales, componentes y subcomponentes a la producción mundial y las bases de ensamblaje es China. Muchas otras economías podrían sufrir, ya que muchas compañías de producción que funcionan en China están registradas en otros países, incluyendo en EE.UU. Y el efecto dominó de los aranceles en retaliación, caería sobre los proveedores del mundo, muchos países terceros podrían sufrir daños colaterales. 

La política comercial de Trump es un reflejo del mercantilismo. Viendo el comercio mundial como un “juego de suma cero”, favorece el proteccionismo con el fin de obtener mayores ganancias, cuando, de hecho, el comercio internacional es un juego de ganancia por ambas partes que beneficia a todos sus participantes. 

Trump debe entender que el déficit comercial de Estados Unidos con China no es el resultado de políticas injustas por parte de China, sino el resultado de muchos factores, tales como las diferentes ventajas comparativas, las restricciones de Estados Unidos en la exportación de alta tecnología, las bajas tasas de ahorros de los estadounidenses y el dólar estadounidense como divisa mundial. Así que es injusto discriminar los productos chinos acusando a China de practicar políticas injustas. 

El establecimiento de barreras arancelarias como parte de una política comercial es, en cierta medida, una declaración unilateral de guerra contra el multilateralismo y enfrentar el proteccionismo contra el libre comercio, lo cual es una violación flagrante de los principios cardinales de la Organización Mundial del Comercio. 

Estados Unidos por mucho tiempo se proclamó como la panacea de la no discriminación, la libre competencia, el libre comercio, la apertura y el multilateralismo basado en las reglas. Sin embargo, bajo el liderazgo de Trump, Estados Unidos parece empecinado en pasar por encima de los principios sobre los cuales está construida la nación. Además, la política  “America First” de Trump contraviene las leyes de la OMC. 

El proteccionismo causará pérdidas tangibles en la economía estadounidense. También causará pérdidas en su influencia diplomática y liderazgo mundial. Y el mercantilismo, el cual promueve la consutrucción de barreras arancelarias al comercio global, no solamente causará daño en el estado de derecho del comercio internacional, sino que también afectará la paz global y regional. 


El autor es director del Centro para la Gobernanza Global, Universidad de Tecnología de Xiamen.


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