Una ONG china ayuda a los ancianos a gestionar sus testamentos

China tiene cada vez más personas adineradas, por lo que se están haciendo esfuerzos para evitar conflictos de herencias.

Li parecía tranquilizado al tener su certificado del Centro de Registro de Testamentos de China, una organización benéfica que ofrece asesoramiento gratuito a personas mayores de 60 años que buscan evitar las disputas de herencia familiar al hacer un testamento.

El documento demuestra que el hombre de 83 años ha depositado su testamento en la sucursal de Beijing del centro. Sus herederos solo podrán recuperarlo después de su muerte, y deberán cumplir sus instrucciones con respecto a su herencia.

Hasta entonces, Li es la única persona con acceso al testamento y puede realizar cambios en cualquier momento.

Aunque tiene el pelo plateado, se ve saludable y lleno de vida, al igual que la mayoría de los ancianos en el centro.

"No tengo ninguna enfermedad cardiovascular ni Alzheimer, y no había pensado en hacer un testamento", dijo Li, quien pidió no ser identificado por completo. "Pero después de leer sobre el servicio gratuito del centro, cambié de idea y decidí terminar la tarea mientras mi mente aún funciona. De lo contrario, mis hijos tendrían que pasar por muchos problemas después de que mi esposa y yo no tengamos capacidad para decidir".

Desde el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China en 2012, el liderazgo central ha pedido reiteradamente una mayor participación no gubernamental en la gobernanza social, incluido el bienestar de los ancianos.

Raindrop, una ONG en Jinan, provincia de Shandong, inició un programa en 2016 para ayudar a resolver los problemas de los ancianos de "nido vacío" que surgen con los padres cuyos hijos han abandonado sus lugares de origen organizando actividades como encuentros deportivos para personas mayores.

Otras organizaciones se encargan de las necesidades legales de las personas mayores. La Fundación de Bienestar Social de China lanzó un programa en 2015 para proporcionar consultas gratuitas para personas mayores en Beijing.

Pero el Centro de Registro de Testamentos de China, fundado en 2013, fue un paso más allá. Chen Kai, quien comenzó el proyecto, dijo que además de las consultas, también maneja la redacción y custodia de los testamentos, esenciales para evitar disputas legales.

"Durante el proceso de creación de la última voluntad, adoptamos medidas como la grabación de video y el reconocimiento facial para garantizar la validez del testamento", dijo Chen. "Al mantener el testamento en el centro y confidencial, los padres mayores pueden evitar las disputas familiares antes de morir. En casos extremos, se sabe que los niños obligan a sus padres a modificar sus testamentos.

"Después de que un padre muere, los herederos pueden tomar la tarjeta de identificación de sus padres y el certificado de defunción y acudir al centro para ver si han preservado los testamentos en el centro. El centro también coopera con los tribunales y puede proporcionar pruebas si ocurren conflictos entre herederos".

Chen, un abogado de 41 años, dijo que un testamento legalmente vinculante debe cumplir una serie de requisitos que incluyen el formato y el contenido, que son casi imposibles de manejar para las personas mayores con medios limitados. "Cuando surgen disputas, los testamentos con lagunas se invalidarán", dijo.

Para depositar su testamento en el centro, Li llamó por teléfono para pedir una cita para una consulta, donde tuvo una conversación cara a cara con su consejero. Luego recibió un testamento generado por ordenador de acuerdo con sus deseos, que luego transcribió a mano en otra hoja de papel.

Finalmente, su testamento escrito a mano tuvo que pasar por un proceso de revisión, que normalmente dura dos meses como máximo, y tuvo que someterse a un examen mental, ya sea en el centro o en un hospital calificado, para demostrar que la voluntad se hizo con conocimiento de causa. El centro contrató el servicio de exámenes mentales de una organización calificada, el Centro de Servicios Hexie Heritage de Beijing, que cobra 480 yuanes (75 dólares).

La financiación de los otros servicios del centro proviene principalmente de dos organizaciones benéficas, la Fundación de Desarrollo de China y el Fondo de Salud Sunny Sunny de Beijing, y los subsidios del gobierno.