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spanish.china.org.cn | 24. 02. 2018 | Editor:Lety Du [A A A]

Banderines de plegarias cubren de bendiciones a aquellos que las elaboran

Palabras clave: banderines de plegarias, Tibet

El fundador del taller, Galsang, (a la derecha) vende banderines de plegarias en Lhasa, capital de la Región Autónoma del Tíbet, el 8 de febrero de 2018.

 

Los banderines de plegarias, telas rectangulares, coloreadas, que llevan impresas oraciones auspiciosas, se encuentran por doquier en la Región Autónoma del Tíbet, atadas a los techos de las casas, en árboles o en las laderas de las montañas.

Es un hábito para las familias tibetanas reemplazar los banderines auspiciosos de los techos de sus casas con otros antes del amanecer del segunda día del Año Nuevo Tibetano, que comenzó este año el 16 de febrero, con los que se extiende una oración para recibir una buena cosecha en el año venidero.

Los banderines teñidos son cosidos bajo un sistema de hilado específico, azul, blanco, rojo, verde y amarillo, con los que se representa, respectivamente, a cinco elementos, el cielo, las nubes, el fuego, el agua y la tierra. Los banderines de plegarias revelan la gran reverencia que los tibetanos rinden a la naturaleza.

Palyang, una mujer de 31 años del poblado Dardrong, del distrito Nyemo, la principal zona productora de banderines, ha trabajado como costurera de banderines durante los últimos 6 años.

Abandonar sus hogares por cuestiones de trabajo parece imposible para mujeres como Palyang, toda vez que ellas toman las riendas de los hogares mientras sus maridos están enfrascados en las tareas de labranza.

El gobierno del distrito Nyemo ha alentado a emprendedoras locales a comenzar talleres de banderines, al ofrecerles tierra gratuita desde el año 2011, en donde los residentes locales pueden trabajar en su tiempo libre en lugar de tener que abandonar sus trabajos por cuestiones laborales.

“Puedo realizar los quehaceres y el trabajo al mismo tiempo”, dice Palyang con una sonrisa entre labios. “El tiempo es muy flexible aquí. Hago los banderines tras ordeñar a las vacas y cocinar alimentos para mi familia”.

Palyang trabaja con otras 32 personas en un taller inaugurado en 2011 por un empresario de nombre Galsang en Nyemo.

“Comencé el taller con la ayuda del gobierno hace siete años”, explicó Galsang. “Las personas de bajos recursos y las amas de casa tienen las puertas abiertas para trabajar en el taller, y aquellos que trabajen aquí tiempo completo pueden recibir un salario de 3.000 yuanes por lo menos”.

Palyang, quien trabaja medio tiempo, indicó que su trabajo no está determinado por un horario sino por la extensión de los banderines que cose. Gana cerca de 80 centavos de dólar  por cada 100 metros. Solía coser 200 metros por día con el uso de un pedal tradicional de una máquina de coser, pero ahora cose más de 400 metros con el uso de una máquina eléctrica.

“Mi marido tiene trabajos de medio tiempo en sus ratos de ocio, y mi padre y yo trabajamos en el taller tras terminar las labores del hogar. Los ingresos de una familia pueden oscilar entre 50 y 60 mil yuanes por año, lo que ofrece un estilo de vida notablemente cómodo para los miembros de la familia”, explica Palyang.

Los banderines de plegarias y otros productos que Palyang hace son recogidos diariamente a las 17 horas en Nyemo y trasladados a Lhasa, que está a 140 km, en donde Galsang administra una tienda minorista en la Calle Barkhor.

Asegura que el taller ofrece servicios de compra de materia prima, producción y venta, lo que ofrece un precio ventajoso y buenos ingresos.

“El valor de producción de mi empresa llegó a los 3,6 millones de yuan en 2017, y registró una apreciación de 300 mil yuan aparte con motivo de los costos y el salario de los trabajadores. Más residentes se nos están uniendo. Tenemos otros dos restaurantes y una fábrica de tallado en madera”, explica Galsang.


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