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spanish.china.org.cn | 16. 02. 2018 | Editor: [A A A]

ENTREVISTA: La mujer china que aprendió a esquiar y llegó al Polo Sur

Palabras clave: Uruguay-China

Por Gerardo Laborde y Ni Ruijie

MONTEVIDEO, 14 feb (Xinhua) -- Feng Jing dejó su cómodo trabajo para protagonizar una vida de aventuras por el mundo, aprendió a esquiar y se convirtió en la primera mujer china en llegar al Polo Sur.

Graduada en Relaciones Internacionales en una respetada universidad china, se dedicó con éxito a la profesión hasta que su vida dio un giro influida por un libro de viajes.

"Entonces decidí viajar por el mundo. Dejé mi trabajo y empecé a viajar durante casi siete años por todo el mundo", dijo Feng en una entrevista con Xinhua en Montevideo, donde llegó para descansar unos días.

EL COMIENZO

En Sudamérica planeaba viajar en crucero a la Antártida, y al buscar información "me enteré de una persona que hacía una expedición en esquí al Polo Sur", relató.

Antes había leído un libro de Felicity Aston, la exploradora británica autora de "The call of the white", quien organizó una travesía en esquí con siete mujeres, algunas de las cuales poco antes no sabían esquiar.

"Ellas se entrenaron uno y dos años y lo lograron, entonces quise darme una oportunidad", explicó Feng.

"Nunca había esquiado antes. Tuve que empezar por lo básico. La primera vez que puse un esquí en mi pie tenía 33 años", afirmó quien hoy tiene 36.

El periodo de entrenamiento duró tres años, tiempo en el que "corrí medio maratón casi todos los días" y "ejercité mis brazos para fortalecerlos".

Paseó sus esquíes por pistas de Noruega, Nueva Zelanda y China, entre otros lugares, con un objetivo definido, hasta que se sintió preparada para la expedición.

LA TRAVESIA

La ruta al Polo Sur denominada "Hercules inlet" tiene una longitud de unos 1.130 kilómetros en un clima hostil, gélido y ventoso, con muy bajas sensaciones térmicas.

La travesía de Feng por allí comenzó el 16 de noviembre de 2017, y no estuvo exenta de dificultades.

"Cuando era muy difícil creía en cada paso, en cada metro", sostuvo.

Durante dos semanas sufrió la torcedura de los tobillos, periodo que fue "el más difícil".

"Pensaba que si me quedaba ahí, nunca llegaría al Polo Sur, mientras seguía yendo y estaba más cerca de mi meta. Ahí no es tan difícil de poner un pie y otro y seguir haciéndolo todo el día", afirmó.

"El único miedo fue a no poder lograrlo porque el tiempo es limitado", puntualizó.

Pero Feng lo logró y llegó el 8 de enero de 2018, después de 52 días y 5 horas.

UN EJEMPLO

Con su travesía, Feng busca "inspirar especialmente a las generaciones de jóvenes en China", y "alentarlos a intentarlo incluso aunque parezca algo imposible".

Feng cree que lo que hizo es "una especie" de hazaña, aunque reconoce que la ruta que hizo es "básica" con un nivel de dificultad "no tan alto".

"Pero el esfuerzo que hice durante los tres años inspiró a mucha gente, no sólo a mis amigos y familiares, porque los hizo sentir que a pesar de que una misión sea imposible, si trabajas duro y suficiente, lo podrás hacer", reflexionó.

Ya tiene en mente un nuevo desafío, pero lo mantiene en reserva hasta estar en plena preparación.

"Si uno trabaja duro para conseguir algo, nada es imposible", concluyó Feng, quien hizo realidad esa frase. Fin

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