Economía>
spanish.china.org.cn | 23. 11. 2017 | Editor:Lety Du [A A A]

El sueño cumplido de una familia estadounidense en China

Palabras clave: familia estadounidense, China

Brian Linden en su oficina en el Centro Linden en Xizhou, provincia de Yunnan.

   


La provincia de Yunnan siempre ha sido un imán para los viajeros por revelar el exotismo de las culturas étnicas de China. Sin embargo, muy pocos han seguido su pasión como Brian Linden.

A lo largo de 10 años, este estadounidense se ha dedicado en cuerpo y alma a promover las artes, las artesanías y la forma de vida del pueblo Bai. La gente viene de todos los rincones del mundo para quedarse en el Centro Linden, una institución consagrada al grupo en la pequeña comunidad de Xizhou. Durante su travesía, Linden ha podido forjar lazos con importantes universidades de China y Estados Unidos.

"Pese a que soy un extranjero, siempre soñé con encontrar una manera de aprender, compartir y descubrir la cultura china”, manifestó Linden."El Centro me permite justamente hacer eso”.

El camino hacia Xizhou fue largo. Todo comenzó en 1984 cuando trabajaba como limpiador de alfombras en su tierra natal y aceptó la invitación de un amigo para venir a China. Una vez ahí, quedó tan impresionado que decidió viajar por el país. Para costearse el recorrido, tomó papeles en varias películas y se desempeñó como fotógrafo.

Luego volvió a casa, pero en 2004 vendió su vivienda y regresó a China junto a su esposa y sus dos hijos para embarcarse en una odisea de dos años por la nación.

"Mis niños necesitaban estudiar, por eso los hoteles y los trenes se convirtieron en sus salones”, señaló Linden mientras explicaba que cuando no encontraban asientos en los trenes, compraban boletos de pie.

 "Solo queríamos demostrar a nuestros pequeños cuán importante es seguir tus sueños y hacerlos realidad”.

Desde el noroeste hasta el extremo sur, fue Xizhou el lugar que cautivó a la familia, lo suficiente como para establecerse. La aldea se ubica cerca del lago Erhai y la montaña Cangshan, convirtiéndola en “una tierra de belleza idílica” en palabras del escritor Lao She.

Yunnan alberga a 26 de los 56 grupos étnicos de China, entre ellos 2 millones de Bai, en su gran mayoría afincados al oeste de la prefectura autónoma Bai de Dali.

Xizhou es predominantemente Bai y agrupa varios sitios protegidos. Para los Linden uno de ellos era el “Complejo de la familia Yang”, un edificio con trazos muy particulares de la arquitectura Bai construido en 1948 y parte de la lista de protección estatal desde el 2001.

Linden deseaba convertirlo en un hotel boutique y tras 4 años de negociaciones con el gobierno local, obtuvo el permiso.

La familia decidió no optar por contratistas externos y renovar la estructura ellos mismos. "Solo las medidas de seguridad contra incendios y el cableado ascendieron a un millón de yuanes ($151 000)", contó Linden.

Durante las obras, Linden pasaba la mitad de su tiempo en la construcción y la otra en el pueblo hablando con la gente, haciendo amigos y explicándoles lo que hacía.

"Si el Centro Linden de verdad quiere ser parte de Xizhou, el apoyo de la gente local es vital”, recalcó.

Cerca de un centenar de personas estuvo involucrada en la renovación y el centro ahora cuenta con 50 empleados. "En realidad, podemos manejarlo con la mitad de ellos, pero quiero contribuir con la generación de empleo”, afirmó el orgulloso dueño.

En 2008, luego de casi 9 meses de ardua labor, el Centro Linden abrió las puertas del complejo original con sus delicadas esculturas en madera intactas. Desde entonces, ha devenido, más que un hotel, en un lugar de intercambio cultural. Cuando empezó a funcionar, Linden invitó a pintores extranjeros a trabajar en su interior.

Hoy en día, la propiedad cuenta con 5 patios grandes y 16 cuartos. Fuera del alojamiento, la comida y bebidas, los visitantes pueden participar en toda clase de actividades culturales como el teñido de textiles y clases de cocina.

Uno de los aposentos ha devenido un lugar de estudio y recibe a grupos de todas partes del mundo. Linden ha acogido a estudiantes de la Universidad de Fudan en Shanghai, de Yale y de Stanford.

"En el Centro Linden he encontrado la forma de aprender, compartir y explorar la cultura china”, concluyó.

 


   Google+