La realeza y su creciente interés por el idioma chino

Aprender chino ha probado una vez más ser una gran inversión en la educación de los niños, luego de que la nieta del presidente de Estados Unidos Donald Trump cumpliera con éxito su rol diplomático y allanara el camino de su abuelo con la presentación de una canción y una poesía chinas en mandarín.

Arabella Kushner, de 6 años, fue catalogada por el gobernante chino Xi Jinping como una “pequeña estrella” después de ponerle un “A+” a su interpretación. Según la agencia de noticias Xinhua, la pequeña inició sus estudios de chino con su niñera a los 16 meses de edad.

Arabella no es la primera niña famosa por su dominio del idioma, la tendencia parece estar en boga entre las familias reales. Elisabeth, la princesa de Bélgica de 16 años, aprende chino en una escuela de habla danesa en Bruselas.

Lo mismo ocurre en la monarquía en Dinamarca donde la heredera al trono, Catharina Amalia, inició su periplo con el idioma en La Haya el año pasado. Además del danés, el francés y el inglés, el chino es uno de los cuatro idiomas utilizado en la página web del clan real desde el 2014.

El chino también parece ser el segundo idioma más popular entre la realeza asiática. La princesa Sirindhorn viene aprendiendo cultura, artes e idioma chinos por años. Su nivel le ha merecido el calificativo de “buena amiga de China” y la ha convertido en una verdadera embajadora de las relaciones entre China y Tailandia.

El entusiasmo por el estudio del chino entre las monarquías ha dado pie a un incremento de alumnos. De acuerdo con Xinhua, la cifra de extranjeros que estudia el idioma creció de 30 millones a 100 del 2005 hasta la fecha, con más de 60 países ofreciendo el curso como parte de su sistema educativo nacional.