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spanish.china.org.cn | 17. 10. 2017 | Editor: Lety Du [A A A]

De campo de escombros a potencia económica

Palabras clave: PCCh, Desarrollo, la Franja y la Ruta, Estabilidad

Por HELMUT MATT*

 
Vista panorámica del Bund de Shanghai. CFP

"El pueblo chino se ha levantado". Con estas palabras, el 1 de octubre de 1949, el presidente Mao Zedong proclamó no solo la victoria de la revolución, sino también la fundación de la República Popular China. Esta fecha histórica marcó el nacimiento de la Nueva China.

Sin embargo, en el transcurso del siglo que precedió a ese día, China sufrió varias invasiones, beligerancias y una larga guerra civil. Estos desastrosos acontecimientos trajeron consigo sufrimientos inimaginables y una enorme devastación interna del país.

Durante ese tiempo, China era uno de los países más pobres del mundo, y constantemente sufría de hambruna y explotación. La esperanza de vida promedio de los ciudadanos chinos era de 35 años, una cifra que resalta la magnitud del sufrimiento durante dicho periodo de la historia china.

Cuando se fundó la República Popular China, el Partido Comunista de China (PCCh) y el Ejército Popular de Liberación –las únicas dos organizaciones nacionales que permanecieron intactas– enfrentaron una montaña de obstáculos. El país estaba en ruinas, el transporte y el tráfico estaban paralizados, la agricultura hasta cierto punto había sido destruida y el sistema de riego se había dañado irreparablemente debido a la explosión de muchas represas durante la guerra.

Pero este sufrimiento no se limitaba al campo. Debido a la especulación y la administración corrupta, las líneas de suministro de alimentos en muchas ciudades se rompieron, dejando a la gente literalmente muerta de hambre en las calles.

Poco después de su victoria en la Guerra de Resistencia del Pueblo Chino contra la Agresión Japonesa, los comunistas desplazaron su enfoque a tareas más urgentes, como la remoción de escombros ocasionados durante el conflicto y la remodelación de la sociedad para que coincidiese con sus objetivos. Fue de esta manera que se sentaron las bases para la nueva y moderna China que conocemos hoy en día.

Debido a la falta de experiencia, se cometieron errores y se produjeron desventuras, especialmente durante los primeros años después de la revolución. El PCCh, no obstante, logró estabilizar los cimientos de la joven nación e hizo de la defensa de la soberanía un principio nacional irreversible. Pero nadie en ese momento pudo haber previsto la historia de éxito que el desarrollo económico y social de China contaría.

Aunque en los primeros años después de la liberación, el país todavía tuvo que hacerle frente a una serie de dificultades y contratiempos, las medidas que Deng Xiaoping tomó en 1978 marcaron un giro decisivo crucial. El éxito de las nuevas políticas de reforma y apertura, aunque inicialmente llevadas a cabo con cautela, quedaron claras desde el principio.

La revitalización de la economía fue evidente en poco tiempo. En el lapso de unos pocos años se había establecido una dinámica inexorable que convirtió a China en un país líder entre las potencias económicas más importantes del mundo.

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