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spanish.china.org.cn | 25. 09. 2017 | Editor: Eva Yu [A A A]

Alemania vota por el continuismo pero recibe a la extrema derecha en el Bundestag

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Alemania vota por el continuismo pero recibe a la extrema derecha en el Bundestag

Angela Merkel vuelve a asegurarse un nuevo mandato con el 33,5% de los votos, seguida del socialdemócrata Martin Schulz con 20% y, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, la extrema derecha con Alternativa para Alemania (AfD) consigue un cupo en el Legislativo alemán.

Según los resultados preliminares, la canciller deberá formar una coalición para poder gobernar con mayoría. Merkel esperaba "un mejor resultado", aunque destacó que se consiguió el "objetivo estratégico: "Tenemos legitimidad para formar el nuevo gobierno y lo vamos a hacer", aseveró.

Para la socialdemocracia SDP, por el contrario, supone el peor porcentaje de su historia y desde ya ha descartado unirse a la agrupación gobernante. "Esta tarde concluirá nuestra coalición con la Unión Cristianodemócrata CDU. El SPD estará en la oposición. Yo hubiese querido reemplazar a la canciller y no lo logré. Lo correcto es que formemos parte de la oposición", declaró Schulz.

Por su parte, el secretario general del partido Liberal, Cem Özdemir, dejó entrever la posibilidad de un pacto con el oficialismo pero advirtió: "no podemos entrar en ningún Gobierno sin una clara prioridad para la protección del clima. Todo lo demás no va con Los Verdes".

Sin embargo, la sorpresa de las elecciones la dio la ultraderechista AfD, quien consigue colarse en el Parlamento alemán por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial. Uno de sus líderes, Alexander Gauland, apuntó: "Hemos logrado sentarnos en el Bundestag y vamos a cambiar este país".

El salto de la agrupación extremista a la cámara de diputados, en 2013 no llegó al mínimo del 5%, constituye un giro dramático en la historia de la posguerra del país. Durante mucho tiempo Alemania fue una de las pocas naciones europeas en no contar con un partido antiinmigración en boga, pero pese a los conflictos entre sus dirigentes, el movimiento supo catalizar el descontento de la sociedad alemana por la intempestiva llegada de más de un millón de solicitantes de asilo entre el 2015 y 2016.

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