Londres, el corazón más apuñalado por el IS

Cartel de propaganda del Estado Islámico con el parlamento británico en llamas

"Londres, el corazón del territorio de los cruzados". Es la denominación que los propagandistas del autodenominado Estado Islámico dedicaban a la capital británica en uno de los últimos números de Rumiyah, la revista multilingüe del declinante califato. Desde principios de este año hasta cuatro ataques reivindicados por los yihadistas han golpeado la capital.

 "El IS [Estado Islámico, por sus siglas en inglés] está perdiendo el que fuera su territorio en Irak y Siria. Perpetrar atentados en el exterior se ha convertido en un mecanismo para compensar sus derrotas y mantener viva su historia de éxitos", señala a EL MUNDO la británica Julie Lenarz, investigadora del Israel Project, un centro de estudios con sede en Washington.

En la noche previa al terror que transitó las inmediaciones de la estación de metro de Parsons Green, partidarios del IS en el continente asiático publicaron imágenes amenazando con nuevos ataques en Londres. En las instantáneas, uniformados del califato aparecen con el fondo del Parlamente británico devorado por las llamas junto a la enseña de la organización. "El mes pasado, además, la revista Inspire editada por Al Qaeda en la Península Arábiga instaba a sus seguidores a atacar trenes, principalmente logrando su descarrilamiento", indica a este diario Veryan Khan, directora editorial de TRAC, un centro dedicado a analizar los movimientos del grupo yihadista.

"Este ataque es único y marca una dirección totalmente nueva en la estrategia del IS porque hasta ahora tanto los atentados de los llamados lobos solitarios como aquellos dirigidos por la organización implicaban el suicido de los atacantes o al menos su eventual captura. Este nuevo ataque no solo permite escapar a los agresores y los fabricantes de las bombas sino que, además, pueden mantenerse en buen estado", agrega Khan.

El IS reivindicó la acción a última hora del viernes, primero con una breve nota difundida a través de su agencia de noticias Al Amaq y, más tarde, con sorprendente premura mediante un comunicado oficial que sugería la tentativa de una acción coordinada ejecutada por una célula. "Con la ayuda de Alá, los soldados del califato lograron colocar y detonar varios artefactos explosivos en medio de los cruzados dentro de un tren en la estación de metro de Parsons Green", reza la versión en español de la declaración oficial distribuida en varios canales de la aplicación de mensajería Telegram.

Fuente: El Mundo